Concurso de méritos
En 1991, el Departamento de Enseñanza estableció un concurso de méritos para acceder a catedrático. El proceso fue impugnado ante los tribunales, que, finalmente, han desestimado diversos puntos de la normativa por discriminatorios e inconstitucionales. El departamento, pues, por imposición judicial, debe proseguir ahora, tras nueve años, aquel proceso que tan anónimamente inició. Es verdad que se han suprimido los aspectos más descaradamente arbitarios; con todo, la normativa sigue presentando apartados dudosos. Por ejemplo, todos los miembros de las comisiones de selección son escogidos a dedo, cuando lo normal y más transparente es que los vocales sean elegidos por riguroso sorteo entre todos los miembros del cuerpo de que se trate. Otro aspecto que clama al cielo es la denominada "evaluación positiva de la tarea docente", que, tal como ya se practicó en 1991, realizará un inspector, el cual, a partir de las sugerencias del director del centro de cada examinando, podrá otorgar, ad libitum, de cero a tres puntos. Con esto el control ideológico está servido. A pesar de estos puntos todavía turbios, los sindicatos permanecen mudos, y es que, claro, entre las pocas mejoras introducidas figura ésta: 0,30 puntos por cada año de licencia por representación sindical. Auguro, pues, otra lluvia de impugnaciones.- José Ferrer Hernández. Barcelona.
