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CAMPUS DE VERANO

LA ENVIDIABLE SALUD DEL TEATRO FRANCÉS

El administrador de la Comédie Française, Jean-Pierre Miquel, dijo ayer en El Escorial que el auge se debe a la "descentralización de la política cultural del Gobierno": hay 500 compañías subvencionadas

La cultura teatral francesa es envidiable. El administrador general de la Comédie Française, Jean-Pierre Miquel, recordó ayer que Francia cuenta con 5 teatros nacionales (financiados por el Estado), 40 centros dramáticos nacionales (subvencionados conjuntamente por las distintas administraciones) y 500 compañías reconocidas (apoyadas por fondos regionales y municipales). Un buen ejemplo de la salud de la escena gala lo ofrece Marsella, ciudad que hace 20 años sólo tenía un teatro y hoy cuenta con 21.Miquel, que participó en el curso El teatro clásico, hoy, de la Universidad Complutense, atribuyó ayer el auge del teatro francés a la "descentralización de la política cultural del Gobierno" y a la participación de los ayuntamientos, provincias y administraciones regionales en la financiación del teatro. Un proceso iniciado después de la II Guerra Mundial que ofrece a final de siglo sus mejores frutos.

Sólo en París hay 140 salas de teatro, "más que en cualquier otra capital del mundo", según Miquel. Muchas de estas salas parisienses son privadas y sus autores compiten en salarios con los del cine o la televisión. Destaca, además, la existencia de escenarios, como el del Teatro de Europa, consagrados en exclusiva a la representación de montajes extranjeros.

Tras soltar tan abrumadoras cifras, Miquel alabó en El Escorial la calidad de las producciones españolas que se representan en Francia. Recordó los montajes de Lluís Pasqual o del Teatre Lliure. También aplaudió la salud de los clásicos españoles. "Hay tantas obras en el Siglo de Oro que es un problema seleccionarlas", concedió, tras escoger a Lope de Vega como su autor español favorito y recordar que el repertorio de la Comédie incluye La vida es sueño, de Calderón de la Barca.

En cuanto a posibles colaboraciones de la Comédie Française con compañías españolas, Miquel reconoció que es "bastante difícil". La Comédie Française es el equivalente galo a la Compañía Nacional de Teatro Clásico, sólo que aquélla monta cerca de 15 espectáculos nuevos cada año, dispone de tres escenarios y un plantel de 65 actores, y cuenta con 320 años de historia, frente a los 15 de la compañía española.

Cuando se creó la Comédie, Molière, Corneille y Racine eran autores contemporáneos. Hoy, el proyecto más ambicioso de la legendaria compañía es reproducir en vídeo la obra del primero de ellos. La Comédie rueda en la actualidad, junto a la televisión pública francesa, una serie de 18 episodios basados en otros tantos montajes de obras de Molière, muchas de ellas casi una novedad porque nunca se interpretan. Miquel explicó que la serie no es teatro filmado, sino una "película rodada con técnica de cine sobre un espectáculo teatral".

El ambicioso proyecto, del que ya se han rodado 12 episodios, y al que le restan aún dos años de trabajo, satisfará, por un lado, la demanda del público que exige ver teatro por televisión. Por otro, aspira a perpetuar la huella de lo que Miquel considera "el arte de referencia". "El problema del teatro es que es efímero, ésa es también su grandeza, pero siempre queda el deseo de mantener una memoria".

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