Chevènement renuncia al poder para no tener que aprobar la autonomía corsa en Francia
Un Jean-Pierre Chevènement tranquilo pero puntilloso -"soy ministro de Interior hasta que el diario oficial no publique mi dimisión"- explicó ayer a los franceses que su decisión de abandonar el Ejecutivo no era "el resultado de haber renunciado a la cuestión previa de la condena de la violencia por parte de los nacionalistas corsos", sino a que le parecía intolerable "la cesión del poder legislativo a una Asamblea regional". Que ese poder esté enmarcado por la Asamblea Nacional, condicionado a un cambio constitucional y a cuatro años, como mínimo, de prueba, no tranquilizaba a Chevènement.