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Matas reconoce la mala evolución de los gases de efecto invernadero

Cursos de verano

El ministro español de Medio Ambiente, Jaume Matas, reconoció ayer en El Escorial (Madrid) que la evolución del crecimiento de las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera en la última década "ha sido mala", aunque no precisó cuál ha sido el incremento de dichas emisiones. Recientes cálculos de Comisiones Obreras y de la organización estadounidense WorldWatch indican que en 1999 las emisiones de dióxido de carbono habían aumentado en España algo más del 29% respecto a 1990. Según el acuerdo internacional del Protocolo de Kioto para el cambio climático, la UE tiene que reducir en 2008-2012 sus emisiones en un 8% respecto a 1990, aunque a España se consiente un crecimiento de las mismas del 15%.Por su parte, James Currie, director de la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea advirtió ayer de que España "no está en vías de cumplir su nivel acordado" de contención de emisiones de estos gases que provocan el calentamiento global del planeta. "Ha llegado el momento de que España adopte un plan de actuación para el cambio climático [...] para proteger su economía y a su población", dijo Currie.

Matas, que inauguró los cursos de verano de la Universidad Complutense Cambio Climático: modelos alternativos energéticos y de transporte (organizado por Comisiones Obreras) y Energías renovables, energías limpias (organizado por la empresa BP Oil España), no dio fecha para la puesta en marcha de la Estrategia Nacional del Clima, cuyo borrador fue presentado en las Cortes en 1998. El ministro señaló la necesidad de "establecer un amplio debate social para buscar el modelo de la política que nos permita cumplir el Protocolo de Kioto".Currie destacó favorablemente la actuación española en este ámbito con el plan de energías renovables, pero recordó que las emisiones debidas al transporte han aumentado en un 30% en los últimos años y que falta un plan de actuación al respecto. Puntualizó, además, que "España se ha resistido a medidas europeas como la implantación de un impuesto comunitario para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero".

El hecho de que un sindicato y una empresa petrolífera organicen cursos sobre cambio climático y energías renovables es significativo del panorama actual del debate del problema del calentamiento global, donde científicos y grupos ecologistas comparten ahora su antiguo protagonismo con el mundo laboral y con la industria. "El cambio climático es el primer problema medioambiental global y tiene fuertes repercusiones en la sociedad y en el empleo", afirmó José María Fidalgo, Secretario General de Comisiones Obreras, quien se manifestó preocupado por la ausencia en España de un plan de acción al respecto. Por su parte, British Petroleum está haciendo una fuerte apuesta por las energías renovables y la mejora de los combustibles tradicionales, según explicó Luis Javier Navarro, presidente de la compañía en España.

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