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La Universidad, carrera de amigos

Un grupo de catedráticos denuncia la endogamia de las facultades en la selección del profesorado

El candidato local

Al amigo el favor y al enemigo la justicia. Ésta parece ser la ley de hierro que rige en la selección del profesorado en la Universidad española, según denuncia el grupo de catedráticos promotor de la Plataforma para la Mejora de la Calidad de la Enseñanza, presentada recientemente en Madrid. Sus cabezas visibles por el momento, Carmen Arasa, catedrática de Economía Aplicada de la UNED, y Gabriel Tortella, catedrático de Historia Económica en Alcalá de Henares (Madrid), se proponen abrir un debate con la sociedad sobre el futuro de la Universidad y no se arredran en criticar sus males, empezando por la endogamia."La autonomía universitaria ha supuesto la implantación de un sistema caciquil financiado con fondos públicos sin control externo alguno sobre la calidad de la enseñanza, ni el cumplimiento de los profesores, ni su incompatibilidad con otros trabajos. Sólo hay rigor en la contabilidad. Te puedes meter en un lío por comprar un ordenador, pero no pasa nada por contratar a un tipo mediocre", afirma rotundo Tortella.

"El 90% de los catedráticos sacan la plaza local en su universidad. Nadie se presenta a una plaza que no esté dada de antemano. Ésta es la razón de que tengamos tantos investigadores fuera de España. Aquí se queda el que no se forma", dice Arasa. Y los dos extienden sus críticas a los tribunales de oposición: "Hay componentes que repiten una y otra vez y gente que no sale nunca. Los forman cinco miembros, dos del departamento de la Facultad que convoca la plaza y tres de fuera, pero éstos casi nunca se atreven a suspender al candidato de casa por miedo a que les devuelvan la faena".

Los ejemplos abundan, pero la mayoría de los profesores consultados prefieren no ser identificados. En Filología de la Complutense está convocada una plaza para la cátedra de Literatura Española a la que concursan 10 candidatos de esa Facultad, uno de la UNED y otro de Alicante. L. P., doctor en Físicas en el Reino Unido y especializado en el Instituto Max Plank de Alemania, perdió la plaza en beneficio del hijo del catedrático; a J. M. A, catedrático excedente que optaba a un puesto de titular contra una joven candidata local, el presidente del tribunal le espetó antes de escucharle: "Mejor potro joven que caballo viejo". Ni que decir tiene que fue derrotado. En otros casos, a los candidatos foráneos a los que por su prestigio no queda más remedio que aprobar, se les presiona amigablemente para que no tomen posesión o se les concede una cátedra sin dotación económica.El secretario de Estado de Universidades, Julio Iglesias de Ussel, explica la endogamia como un problema tradicional de la sociedad española "extremadamente inmóvil y más aún tras la consolidación del Estado de las autonomías" y por "la tremenda expansión del sistema universitario español, con la creación de nuevas universidades y nuevas titulaciones". En España existen 48 universidades públicas, el 70% de ellas de creación reciente, y 17 privadas, con más de millón y medio de estudiantes.

Iglesias de Ussel anuncia que el amiguismo en el acceso al profesorado será uno de los problemas que atacará el Ministerio de Educación en su reforma de la Ley de Reforma Universitaria (LRU) de 1983, cuya aprobación está prevista en la primera mitad de la legislatura. Entre los remedios que se barajan, el secretario de Estado señala "reducir a uno solo los dos miembros del tribunal que nombra la universidad convocante; establecer un sistema de habilitación nacional del profesorado, que serían posteriormente llamados por las universidades para su contratación (lo que evitaría que un catedrático oposite cada vez que cambia de universidad como sucede ahora) y crear incentivos económicos para facilitar la movilidad de los profesores".

Los catedráticos agrupados en la Plataforma añaden otras medidas como una nueva forma de elección de decanos y rectores y la limitación de sus mandatos (algunos llevan más de 15 años en el cargo).

Pero la endogamia es sólo un punto de la agenda. "Lo importante", dice Carmen Arasa, "es la calidad de la enseñanza. La gente acepta sin rechistar una mala universidad casi gratis -las tasas de matrícula de los estudiantes sólo cubren el 15% de la financiación universitaria- y luego se gasta fortunas en masters. ¿Por qué no arregrarlo durante y no después?".

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