_
_
_
_
_

El problema social del sida marca la conferencia mundial de Durban

El Ejército surafricano quiere impedir protestas como la de Seattle

Gabriela Cañas

En la XIII Conferencia Internacional del Sida que comienza mañana en Durban (Suráfrica) se van a presentar más de 7.000 investigaciones. Pero el sida como problema social parece irse a imponer al contenido científico en la reunión. De entrada, el presidente surafricano, Thabo Mbeki, apoya la teoría de que el VIH no es la causa de la enfermedad. El Ejército patrulla para evitar batallas como la de Seattle.

Mbeki oficiará la apertura y una marcha de protesta recorrerá las calles contra la industria farmacéutica. La manifestación está promovida por la Campaña de Acción y Tratamiento y apoyada por varias ONG y sindicatos. La presencia de miles de activistas recuerda las movilizaciones de Seattle durante la reunión de la Organización Mundial del Comercio. La industria farmacéutica, que patrocina la conferencia, ha mostrado su apoyo a las principales reivindicaciones de la protesta, como el acceso a los tratamientos y las mejoras en la infraestructura sanitaria y en la prevención de la transmisión de sida materno-infantil. Ayer mismo, Onusida felicitó a la farmacéutica alemana Böhringer-Ingelheim por su anuncio de distribuir gratis en los países en vías de desarrollo un medicamento (viramune) que frena la transmisión del sida de madre a hijo.

El contenido social pesará sobre la totalidad de la conferencia. Ya la elección de la sede en un país en desarrollo es un gesto significativo y sin precedentes acerca del desafío que supone la pandemia en países a los que no llegan los caros tratamientos y donde los muertos se cuentan por cientos de miles. Las conferencias precedentes se celebraron en Ginebra y Vancouver, con un contenido eminentemente investigador.

Suráfrica es uno de los países más castigados. El 10% de la población está infectada de sida y se calcula que en diez años habrán muerto ocho millones de ciudadanos por esta causa. Un informe reciente de Onusida aseguraba que un tercio de los jóvenes del África subsahariana morirá de sida en los próximos años.

Lo que quizá no calcularon los organizadores es la polémica de los últimos meses. La disparatada teoría de Thabo Mbeki ha llevado a su Gobierno a no suministrar a las embarazadas el AZT, un medicamento que impide la transmisión del sida al feto. Los organizadores de la conferencia proponen en una carta abierta hacer valer la razón frente a las controversias, ante una epidemia que el año pasado costó la vida a 2,6 millones de personas y que provoca 16.000 nuevos casos cada día.

A una semana del inicio de la cumbre, 5.000 científicos suscribieron la llamada Declaración de Durban, en la que insisten en que el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) es la causa del sida. Tal declaración ha irritado a Mbeki, quien la ha calificado de muestra de intolerancia por no haber esperado a la celebración de la conferencia para consensuar un documento de este tipo.

Ningún representante del Ministerio de Sanidad español acudirá a Durban.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_