"Ningún candidato a inmigrante sabe qué es la Ley de Extranjería"

"Las limitaciones del sistema productivo de Marruecos hacen que la gente quiera salir"

Abdeellah Saaf, ministro marroquí de Educación Secundaria y Técnica, ha estado esta semana en Málaga donde ha asistido a las jornadas de debate sobre inmigración ilegal Aguas de la muerte, mar de la esperanza, organizadas por Atime (Asociación de Trabajadores Inmigrantes Marroquíes en España) y Cruz Roja Española. Saaf asistió a la mayoría de los debates y participó en la clausura de las jornadas.Pregunta. ¿Qué empuja a tantos marroquíes a jugarse la vida por llegar a Europa?

Respuesta. Los mismos motivos que empujan a quienes van de México a Estados Unidos o de Corea a Japón. La capacidad del sistema productivo de Marruecos y sus limitaciones en cuanto a trabajo y creación de empleo hace que la gente quiera salir. Además, el estado del bienestar social en el que viven prácticamente todas las sociedades europeas y las posibilidades que tienen estos países de crecimiento económico también son atractivos.

P. ¿Cree que la Ley de Extranjería tiene un efecto llamada?

R. La gran mayoría de los inmigrantes que intentan cruzar no conocen la Ley de Extranjería y, si la conocen, su conocimiento no llega a los detalles. Muchos países ofrecen atractivos a los inmigrantes que los eligen como destino sin, en realidad, conocer las leyes existentes. Muchos se ven incitados al salir por quienes ya emigraron hace años. Estos, al volver, demuestran que han tenido éxito en la aventura y este éxito es también un incentivo.

P. ¿Opina que modificar la Ley de Extranjería no tendría entonces ninguna incidencia en los flujos migratorios ilegales?

R. La ley está hecha para extranjeros que ya están en el país y sirve para arreglar la situación de quienes ya viven en el país. En consecuencia, ningún candidato a inmigrante sabrá lo que es esta ley hasta que no llega al país.

P. ¿Qué necesitan las relaciones entre España y Marruecos en el ámbito migratorio?

R. Sería bueno una ley que regulara los flujos migratorios entre los dos países. Sería bueno que hubiera convenios bilaterales en materia de inmigraciones, tal como los hay en cultura o seguridad. Hay que reconocer de todas maneras que, en política migratoria, no está muy claro qué tipo de relación bilateral queremos. Por otra parte, la inmigración para Marruecos ha supuesto una nueva tarea y reconozco que hasta la fecha no ha habido por parte de varios departamentos ministeriales una conciencia para tener un planteamiento único.

P. ¿Es partidario su Gobierno de que exista un cupo bilateral, entre España y Marruecos, de inmigrantes?

R. No hay decisiones concretas sobre posibles convenios bilaterales. Sí hay un pensamiento y una voluntad que va en este sentido. Lo que sí se aprobó es un convenio de traslado de temporeros que, en teoría, debería servir para miles de personas pero que, hasta la fecha, ha servido para muy pocos. Según los datos que maneja el Gobierno marroquí, sólo ha servido para 26 personas aunque el español adelantó que se han beneficiado algo más de 70. La realidad es que no ha servido para lo que se pretendía.

P. ¿Por qué hay un incremento de inmigrantes ahora que el nuevo rey apuesta por la apertura en muchos ámbitos?

R. No tengo datos pero tengo la impresión de que por parte de España se inflan un poco las cifras. Por otra parte, es un fenómeno de nuestra sociedad en unos tiempos de transición política, social, económica... donde se están consolidando los derechos humanos aunque a veces cuesta convencer a los propios ciudadanos de que la libre circulación tiene unos límites.

P. ¿Cómo soporta Marruecos la llegada de subsaharianos?

R. Marruecos también sufre la inmigración irregular y más de una vez se efectúan devoluciones a personas originarias de Argelia y de otros países. En Marruecos también se detectan barcas, pateras y cadáveres. Además, en Marruecos hay muchos inmigrantes instalados como estudiantes, comerciantes y otras profesiones de los que se dice, aunque habrá que comprobarlo, que algunos de ellos hacen de intermediarios en esas redes que operan para traer gente en condiciones infrahumanas a España.

P. ¿Están estas mafias en manos de extranjeros?

R. Eso se dice. Gente de Senegal, Malí que entran a través de la frontera con Argelia o de los aeropuertos.

P. España ha sido un país emigrante mucho tiempo ¿Cree que ahora se porta con Marruecos como un nuevo rico?

R. No lo creo. Esta sociedad [la española], globalmente, nunca podrá ser xenófoba o portarse como un nuevo rico porque su propia historia ha sido una historia de migraciones