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España se compromete a cerrar 12 centrales térmicas por sus emisiones contaminantes

El coste de la adaptación a las nuevas directrices de la UE superará los 250.000 millones

El sector eléctrico español se verá obligado a cerrar 12 de las 57 centrales térmicas antes de 2008, debido a que sus elevadas emisiones de gases contaminantes a la atmósfera superan los límites aprobados ayer por el Consejo de Ministros de Medio Ambiente de la UE. El coste de este cierre, y la reconversión de las más antiguas para ajustarse a los requisitos de una nueva directiva que rebaja las emisiones nocivas a la atmósfera, variará entre 250.000 y 300.000 millones de pesetas, según han reconocido fuentes del sector eléctrico y el propio ministro, Jaume Matas.

Las dos directivas de la UE aprobadas ayer en Luxemburgo tienen una misma finalidad: proteger la atmósfera de las emisiones nocivas para la salud humana y el medio ambiente. Se sabe que los compuestos volátiles emitidos por las centrales térmicas de carbón y otros combustibles fósiles contienen dióxido de carbono, óxido de nitrógeno y amoniaco, que aceleran la lluvia ácida, muy dañina con los bosques. También favorecen la concentración de ozono troposférico. Los nuevos límites a estas emisiones plasmados en una de las directivas afectarán a todas las centrales térmicas con potencia superior a 50 megavatios. Según la Unión Europea, estas plantas son las responsables del 63% de las emisiones de dióxido de azufre y del 21% de las emisiones de óxido de nitrógeno.

El mayor impacto recaerá en las instalaciones más antiguas, muchas de las cuales no estaban sometidas a control de límites. Ahora deberán ajustarse no más tarde de 2008 a lo aprobado ayer.

Aunque el precio de este ajuste se estima muy elevado, fuentes de Unesa, la patronal que agrupa a las compañías eléctricas, no creen que a la larga resulte tan alto. Coincide que las instalaciones más contaminantes son las más viejas. Muchas ya están paradas o habrán acabado su vida útil para 2008.

Acabar la vida útil

De las 57 centrales térmicas que operan en España, 20 queman carbón, el combustible fósil más contaminante. Diez de ellas utilizan hulla y antracita nacional; las de Puentes y Meirama lignito pardo nacional; cuatro queman hulla subbituminosa nacional, y las cuatro restantes, carbón importado.

Las mismas fuentes de Unesa precisan que la sustitución de las antiguas centrales térmicas de carbón o de otros combustibles fósiles por otras más eficientes y modernas constituye un proceso continuo. Según el ministro, la medida afectará a 15 plantas más, aunque apenas tendrá impacto en la generación de electricidad.

La directiva comunitaria que limita las emisiones autoriza a cada Estado miembro a excluir las centrales obsoletas, siempre que haya compromiso de limitar su vida útil más allá de 2008 hasta un máximo de 20.000 horas.

La segunda directiva revisa la normativa sobre emisiones a la atmósfera y recoge los límites que cada Estado aplicará a ciertos contaminantes vinculados a la acidificación y el aumento del ozono troposférico. Estos límites, más rigurosos que los acordados por el Protocolo de Gotemburgo en diciembre de 1999, no deberán rebasarse a partir de 2010.

En la reunión de ayer, un grupo de trabajo intentaba cerrar una posición común de la UE ante la Conferencia de La Haya en noviembre próximo, donde los firmantes del Protocolo de Kioto ratificarán sus posiciones. El ministro español ha defendido que no se autorice el intercambio de emisiones a cambio de ceder tecnología nuclear a terceros países.

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