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Los libreros se oponen a liberalizar el precio de los textos escolares

La liberalización del precio de los libros de texto pondría en peligro a la mitad de las librerías españolas, aseguran los libreros agrupados en la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (CEGAL). La medida de liberalización de los textos escolares que tiene intención de aprobar el Gobierno, eliminando el actual precio fijo, a propuesta del Ministerio de Economía "va a traer como consecuencia el posible cierre de gran parte de las librerías de nuestro país", señalan los libreros. Este gremio mantiene que la medida afectará casi en exclusiva a las pequeñas librerías y las localizadas en pueblos, "ya que son aquellas en las que la venta del libro de texto supone un porcentaje mayor y por ser, debido a su ubicación, la venta de estos productos su única posibilidad de subsistencia". Los dueños de las librerías aseguran que la ministra conoce esta situación porque ellos mismos se la han hecho saber.

La CEGAL manifiesta en un comunicado que esta iniciativa del Gobierno "no tiene ningún equivalente en Europa y tiene como única finalidad el tapar la incapacidad del propio Ministerio de Economía para adoptar medidas en otros sectores".

Los libreros califican el comportamiento del Ministerio de Educación ante esta cuestión de "lamentable" al realizar "un mero papel de correveidile sin escuchar y sopesar los argumentos del sector que sólo ha recibido la comunicación de la medida".

Cierre de 1.500 librerías

Los libreros calculan podrían verse abocadas al cierre alrededor de 1.500 librerías de toda España. Actualmente, hay 3.500 librerías censadas en España a las que hay que sumar otras tantas papelerías que venden libros, explica el portavoz de la CEGAL, José María Barandiarán.

Los libreros apuestan por un sistema de gratuidad y consideran que "no es serio que las medidas tomadas repercutan exclusivamente en la parte más débil de la cadena de comercialización: las pequeñas empresas". Asimismo, acusan al Gobierno de "alentar y favorecer con esta iniciativa intereses de carácter totalmente privado y en especial a las grandes superficies de capital francés, como Pryca y Continente", señala Barandiarán.

En defensa del sistema de precio fijo, los representantes de las librerías señalan que se ha demostrado en España y en el resto de Europa como un método "antiinflacionista en los últimos 10 años y como el único capaz de asegurar la libertad de creación, edición y difusión del libro y la lectura en condiciones igualitarias para todos los ciudadanos".

El descuento máximo del 12% en el precio de los libros de texto, actualmente en vigor, fue aprobado tras una intensa polémica en noviembre de 1997. El Gobierno pretendía en un principio que fuera de un 25% como primer paso para la liberalización total en el año 2001 (en el que se permitirían descuentos del ciento por ciento).

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