La autoridad monetaria sorprende a los mercados con una fuerte subida de medio punto para controlar los precios
El Banco Central Europeo (BCE), la autoridad monetaria de la zona euro, decidió ayer una contundente subida de medio punto en el precio oficial del dinero, hasta situarlo en el 4,25%. La medida causó sorpresa general, ya que no se esperaba un encarecimiento tan de golpe en los tipos de interés. Como mucho, se preveía un cuarto de punto.
ÁNGEL BERGÉS Y DANIEL MANZANO
"Tenemos los proyectos, contamos con las ideas, queremos impulsarlos y disponemos de los mejores equipos para llevarlos a cabo (...). Por todo ello, PRISA es en este momento una inversión atractiva y, sobre todo, una opción decididamente ganadora de futuro". Así culminó ayer el presidente de PRISA, Jesús de Polanco, la presentación en sociedad, en la Bolsa de Madrid, de la oferta pública de venta de acciones (OPV)del 20% del primer grupo de comunicación español. Los responsables de PRISA anunciaron que destinarán el 25% de los beneficios al reparto de dividendos.
Las compañías que más vínculos mantienen con Microsoft optaron por la moderación en su comentario sobre la sentencia que dividió en dos el mayor imperio informático (ninguna criticó abiertamente la decisión judicial), pero los viejos enemigos de la empresa de Bill Gates no escondieron su euforia. Entre ellos, varios directivos de Sun Microsystems y Netscape, que dieron por sentado que el fallo abre una época de prosperidad en el sector de la informática.
Telefónica reducirá hasta entre un 35% y un 42% su participación en Terra, actualmente del 67%, tras su fusión con el portal estadounidense Lycos, que aprobó ayer su junta de accionistas. El porcentaje final se fijará cuando se cierre la operación, valorada en 2,3 billones de pesetas, en octubre próximo. La junta, que aprobó cuatro ampliaciones de capital con un valor de mercado de cuatro billones, reservó opciones sobre acciones de Terra para siete directivos de Lycos, que, al valor de los títulos ayer, recibirían 35.154 millones.
Al canciller alemán, Gerhard Schröder, le explotó anoche el que amenza con ser su primer gran conflicto social desde que llegó al Gobierno. Los cuatro sindicatos del sector público aprobaron ir a la huelga en protesta por una oferta salarial que consideran insuficiente. Más de tres millones de maestros, policías y empleados públicos en general suspenderán sus actividades el martes que viene si antes no se logra un acuerdo. Los negociadores sindicales se mostraban dispuestos a aceptar un aumento del 1,8% este año y otro del 2,2% el que viene. Pero las bases prefirieron la huelga.