Javier Castaño vuelve esta tarde a Las Ventas
Es un joven novillero leonés de 20 años y ya sabe lo que es cortar una oreja en Madrid. Javier Castaño vuelve esta tarde a Las Ventas y en el recuerdo de los aficionados está la faena que le hizo a un novillo muy cuajado de Puerto de San Lorenzo el pasado 30 de abril. Castaño estuvo frente a él con un valor imperturbable y realizó un toreo de gran mando y profundidad. La cátedra le espera y, de esta nueva comparecencia, el joven espada puede salir lanzado a las ferias importantes, a poco que tenga suerte y vuelva a obtener un triunfo.No teme Javier Castaño que el público, con el recuerdo de su faena anterior, le vaya a exigir. "Ojalá lo haga", dice, "porque la exigencia del público es un estímulo para que yo salga a darlo todo. No me preocupa la actitud que, para bien o para mal, tenga el público conmigo".
No ha visto la novillada de El Torreón que le espera en los chiqueros, y tampoco le han hablado de ella. No obstante, dice que "va a ser una novillada de lujo, porque la ganadería de El Torreón tiene mucho prestigio. Estoy seguro de que va a tener una presentación digna para Madrid y de que va a dar buen juego".
Hemos oído y leído muchas veces las quejas de algunos espadas respecto del público de Madrid. No está Castaño entre los quejicas: "El público de Madrid", dice, "es encantador. Se entrega con calor cuando ve que el torero se arrima, se pone en su sitio y asume los riesgos. No tengo que hacerle ningún reproche".
En la novillada de abril, el novillero de León destacó por su valor a prueba de volteretas. Pero, según él, su mejor cualidad es el manejo de la flámula: "Creo que mi mayor virtud está en el toreo con la muleta".
Javier Castaño es un chico serio, amable, de mirada despierta y no muy locuaz. Es, también, un novillero muy animoso. "Vengo con mucha ilusión y espero repetir el éxito del mes pasado", dice con esperanza. Hoy puede ser el día de su definitiva consagración.