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El Aquarium después del 'boom'

Mikel Ormazabal

El Aquarium de San Sebastián es, junto al Museo del Prado, el único centro cultural y de ocio de España que ha sobrepasado la cifra de 10 millones de visitantes a lo largo de su historia. En el año de su fundación (1928) recibió 9.000 visitas y en el pasado ejercicio pasaron por taquilla 574.000 personas. El goteo de público, gradualmente incrementado año tras año, experimentó una eclosión tras la ampliación del Palacio del Mar donostiarra en 1998, cuando las cifras de visitantes se multiplicaron por cuatro."Estamos viviendo el boom del Aquarium", afirmó ayer Vicente Zaragüeta, presidente de la Sociedad Oceanográfica de Guipúzcoa, gestora de esta instalación. El balance de los dos últimos años fue calificado de "extraordinario" y las previsiones, "muy halagüeñas", pese a que sus responsables insisten en que "el número de visitantes y los resultados económicos son algo secundario. En la gestión futura debe primar la calidad y el equilibrio entre lo divulgativo y lo lúdico".

El Aquarium del mañana será muy diferente al que hoy se encuentra enclavado en el puerto donostiarra, a los pies del monte Urgull y asomado al Cantábrico. La dirección tiene entre manos un macroproyecto para remodelar totalmente las actuales instalaciones, parte de las cuales siguen como hace casi 80 años. Se trata de adecuar todo el espacio que ocupa a la historia que forjaron hace muchos siglos los pescadores vascos cuando cruzaban el océano Atlántico para faenar en las costas de Terranova, hoy en territorio canadiense.

Este ambicioso plan exigirá una inversión económica global cercana a los 1.500 millones de pesetas, la misma cantidad que se desembolsó -recibió 850 millones de las instituciones- hace dos años para agrandar el acuario e instalar el gran oceanario donde hoy conviven dos tiburones venidos de Florida. La Oceanográfica ha puesto en manos de unos consultores franceses la redacción del proyecto de reforma que se fraguará "a largo plazo", dijo Zaragüeta.

El nuevo acuario se verá envuelto de una suerte de parque temático marino. El visitante podrá recorrerlo de principio a fin "como si avanzara en los siglos a través de la historia de nuestros primeros navegantes", explicó la gerente Carmen Arrazola. "Queremos que el futuro Aquarium tenga una coherencia, con el Atlántico como hilo conductor, un circuito que empezará y terminará en el País Vasco tras hacer escala en Terranova y el Caribe. El público podrá recrearse con las hazañas de los marinos que salía a la mar a pescar ballenas, a comerciar o a piratear", agregó Arrazola.

Gran pared de hielo

Este proyecto exigirá construir una gran pared de hielo, simulando la Terranova de antaño; provocar grandes olas dentro de la piscina, para representar la bravura del océano; perforar el subsuelo para colgar la osamenta gigante de una ballena; dedicar un espacio a las aventuras de los navegantes en el Caribe, y crear un astillero donde se describa la construcción naval típica del País Vasco. La idea está, por ahora, en una fase incipiente, aunque los responsables del Aquarium de San Sebastián aseguran que "será una realidad".

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Para ello, la Sociedad Oceanográfica de Guipúzcoa acudirá a otras fuentes de financiación, además de las subvenciones públicas. Estudia obtener recursos a través del patrocinio de las empresas privadas y potenciando la figura del Amigo del Aquarium.

Mientras cristaliza este proyecto, el Palacio del Mar donostiarra trabaja para mejorar la atención al visitante, aumentar su labor cultural y científica, sin descuidar la faceta turística y mercantil. Esta entidad tiene firmados acuerdos con 27 universidades, acoge en verano a 28 estudiantes en prácticas y tiene convenios de colaboración con el Instituto de Investigación y Tecnología para la Oceanografía, Pesca y Alimentación (AZTI).

Este año las puertas estarán abiertas para guiar visitas de centros escolares, colectivos de disminuidos y personas en situaciones de marginación. Se harán los trámites para obtener el certificado de calidad ISO 9002 y la Norma 14.000 de Medio Ambiente.

Los beneficios irán a menos

La sociedad Aquadonosti, que gestiona el acuario, y la Sociedad Oceanográfica de Guipúzcoa cerraron el ejercicio de 1999 con unos beneficios de 132,4 millones de pesetas. La cifra de negocio ascendió a 628,5 millones de pesetas, lo que permitió destinar 137,4 millones a amortizaciones. El año pasado se abonaron 34,4 millones de pesetas a la Hacienda guipuzcoana. El inmovilizado a 31 de diciembre pasado era de 1.357 millones de pesetas.Este año, al preverse un descenso del 20% en el número de visitantes (unos 460.000 en total), las ganancias también menguarán. Sobre un presupuesto de 739,3 millones de pesetas, se obtendrán 187,9 millones de pesetas, de los cuales 115 millones provienen de los dividendos obtenidos el año pasado.

Según los datos aportados por el tesorero de esta entidad, Juan José Arrizabalaga, en el primer cuatrimestre de este año se han cumplido las previsiones de asistencia de visitantes, pues ya se han contabilizado 112.000 turistas frente a los 119.000 que se esperaban.

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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