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El tribunal se muestra contrario a que se realicen más exámenes médicos a Pinochet

El pleno de los 22 magistrados de la Corte de Apelaciones de Santiago resolvió ayer, después de dos horas de reunión, diferir para mañana su resolución ante la solicitud de la defensa del ex dictador Augusto Pinochet de que se le practiquen exámenes médicos. De entrada, 16 de los magistrados se manifestaron contrarios a nuevos chequeos y sólo seis se mostraron a favor. El pleno también rechazó el escrito que ésta interpuso intentando que sólo hablara un abogado querellante y no los siete previstos para los alegatos de las partes por el desafuero del general.

Después de ambas determinaciones, que constituyeron una derrota para la defensa del ex dictador, los jueces comenzaron a oir de labios de la relatora Soledad Melo una síntesis de la investigación del caso Caravana de la muerte, que ha hecho el juez Juan Guzmán en 11 tomos y 3.500 páginas.Con el inicio del proceso para despojar de su fuero como senador vitalicio a Pinochet, el país se enfrentó ayer cara a cara su mayor fantasma del pasado, la impunidad en que permanece la abrumadora mayoría de las violaciones a los derechos humanos cometidas por los militares en la dictadura que gobernó entre 1973 y 1990, tras derrocar al socialista Salvador Allende. Poco antes del inicio del pleno, el Presidente Ricardo Lagos había hecho un llamamiento a dejar que la justicia trabaje tranquila, declarando que las instituciones del país funcionan con normalidad.

Al diferir su resolución sobre los exámenes, la Corte frustró el intento de la defensa de Pinochet de impedir los alegatos con exámenes previos en los que se demostrara la mala salud del general. Dieciséis de los veintidós magistrados fueron partidarios de no realizar exámenes médicos y seis de hacerlo. Ante esta divergencia de opiniones, determinaron aplazar la decisión. Y al aceptar que expongan todos los abogados querellantes, aunque con la mitad del tiempo que la defensa, que tendrá una hora, los jueces dieron indicios de que el desafuero puede avanzar.

Sin periodistas

La policía ha instalado vallas metálicas alrededor del edificio al que desde ayer ya sólo tienen acceso los policías, los jueces y algunos funcionarios. Los periodistas no tendrán acceso a la sala. Hoy, tan sólo dos chilenos y otros dos extranjeros, elegidos por sorteo, podrán asistir al juicio, aunque no podrán grabar ni informar hasta que finalice la sesión.

En los alrededores del tribunal, a pesar de la fuerte vigilancia policial tres estudiantes universitarias que se manifestaban contra Pinochet resultaron heridas al ser arrolladas por dos vehículos. Los manifestantes arrojaron palos y patearon los coches y uno de los conductores, que era policía, fue detenido. Más tarde se produjeron otros tres heridos. En total ocho personas resultaron detenidas en varios incidentes entre partidarios y detractores del general.

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Cerca de 500 detractores del general gritaban "¡Dicen que está enfermo porque se orina, pero sigue sana su mente asesina!" y una pancarta de unos diez metros de largo extendida sobre un edificio pedía "Juicio a Pinochet". A una manzana de distancia, un grupo de unos cien pinochetistas, alentados con un bombo, desafiaba "a ver, a ver, quien lleva la batuta, mi general, o el hijo de puta" y mostraban letreros con fotos de un Pinochet sonriente. Una pancarta pedía: "Hagamos memoria, no cambien la historia".

Lagos, que en la víspera se reunió durante una hora y diez minutos con el comandante en jefe del Ejército, general Ricardo Izurieta, calificó el proceso como un "antejuicio", previo al proceso. Según explicó, reiteró lo que le dijo a Izurieta en privado: que Chile está tranquilo porque las instituciones y el poder judicial funciona y "como le dijimos al mundo, en esta país todos, humildes o poderosos, están sujetos a los tribunales de justicia". Agregó que cualquiera sea el fallo, será respetado "en primer lugar por el presidente de la República".

En la reunión, Lagos le pidió al Ejército que se mantenga al margen del proceso, lo que también hará el Gobierno, en tanto Izurieta informó al presidente que "las aguas no están tranquilas" dentro de su institución. Izurieta, sin embargo, no ha realizado gestos públicos y abiertos de malestar en casi dos meses de una administración encabezada por un socialista. Los militares tienen en estos momentos, en que la derecha no avanza hacia una solidaridad más activa con Pinochet para evitar arriesgar su caudal electoral del 48%, poco margen de maniobra. El ex candidato presidencial derechista Joaquín Lavín eligió viajar a Buenos Aires durante estos días del desafuero, y son los altos oficiales en retiro de las Fuerzas Armadas quienes han formulado las declaraciones más duras contra el proceso, que califican de injusto.

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