La hora fijada por el club azulgrana para el partido anuló toda solución
La Federación aprovechó las horas previas al partido para justificar su irrevocable postura de que tenía que jugarse ayer y rechazar de plano las tesis del Barça. El secretario general de la Federación, Gerardo González, reveló en una conferencia de prensa detalles de las negociaciones con la federación holandesa (seis jugadores del Barça han sido convocados para el Holanda-Escocia de mañana) que habrían desatascado el problema sin saltarse la normativa, pero que el Barça inutilizó al fijar el inicio del partido a las 21.00 horas.La Federación Española planteó a la holandesa la posibilidad de reducir el número de jugadores convocados del Barça. La federación holandesa dejó este asunto en manos de su seleccionador, Frank Rijkaard, quien habló con Van Gaal. Rijkaard mantuvo en su lista a los seis hombres que figuran en ella. La negociación entre las federaciones pasó entonces a la hora de la incorporación de los jugadores, y la holandesa aceptó -prefirió no hacerlo por escrito- que fuese en el día de ayer y así cumplir las 48 horas previas al partido como fija la FIFA, que también dio su beneplácito. Para ello el partido de ayer debería haber empezado antes de las 18.00, pero el Barça señaló el inicio a las 21.00.
El secretario general de la Federación también reveló que se había sopesado jugar el partido al 16 de mayo: "Se descartó la fecha porque la última jornada de Liga se anticipará al viernes 19 y al sábado 20. Sabemos ya que un equipo español estará en la final de la Liga de Campeones [el 24 de mayo], e incluso pueden ser dos. Nuestra intención es que estos equipos gozen del mayor número de días para prepararse como es norma habitual. Si se juega el 16 de mayo es posible que el Atlético se juegue tres días después el descenso y el Barça el título de Liga". El secretario de la Federación explicó que los representantes de los semifinalistas requirieron hace 10 días que las entradas de la final estuviesen disponibles antes del 8 de mayo para organizar su venta.
Al Barça, con su decisión, le aguarda un triple castigo: su eliminación, la expulsión de la próxima Copa y una multa de 500.000 a 2.000.000 pesetas.
