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El coche, peor que un terremoto

Interior estudia conmutar las penas a los infractores por una prestación social con las víctimas

A partir del viernes, en la televisión, los cines e Internet podrán verse los nuevos mensajes de la Dirección General de Tráfico para intentar reducir la siniestralidad. La campaña ha sido elaborada por la agencia creativa Lorente y Carat, una empresa especializada en la compra de espacios publicitarios que preside el ex portavoz del Gobierno Miguel Ángel Rodríguez, y que ha resultado ganadora del concurso convocado por Tráfico con una serie de anuncios que equiparan los accidentes en la carretera con las catástrofes naturales como terremotos, huracanes e inundaciones. Con una salvedad. Éstas no se pueden evitar, los accidentes sí. El año pasado, 4.280 personas se dejaron la vida en el asfalto, sin contar las que murieron días más tarde a causa de las heridas y los que arrastrarán toda la vida las secuelas de un accidente de tráfico.Para la dramática comparación se han elegido tres de las catástrofes naturales que sacudieron al mundo el año pasado: el terremoto de Turquía, el huracán Mitch y las inundaciones de China. Cada uno de los mensajes se inicia con imágenes reales. Así en uno de los anuncios se explica que "en el terremoto de Turquía de 1999, murieron 705 personas y miles todavía sufren secuelas físicas o psíquicas" mientras se ofrecen imágenes de los escombros y las tareas de rescate de los supervivientes. El rostro de una niña se superpone mientras el plano se aleja. La pequeña está en una silla de ruedas y le falta una pierna y acto seguido se ve un brutal choque lateral. Sobre el fondo de la canción Where are the clowns en la voz de Judy Collins una voz afa-ble pero firme explica la historia:-Carmen no sabe qué es un terremoto, pero un conductor borracho se estrelló contra el coche de sus padres. Ellos murieron. Ella no. En España cada año más de 140.000 personas sufren heridas en accidentes de tráfico. Cerca de 6.000 mueren. Casi diez veces más que en el fatal terremoto. Ellos no pudieron evitarlo. ¡Tú si puedes evitarlo! !Por favor, cumple las normas!

Los otros anuncios son similares, incidiendo sobre todo en los factores más frecuentes en los accidentes mortales: el exceso de velocidad que provoca la muerte de dos muchachos al tomar una curva en una moto; la conducción bajo los efectos del alcohol que mató a los padres de Carmen y la dejó inválida o la distracción de un conductor que al invadir el carril contrario provocó la muerte de sus hijos y su esposa. Todos terminan con el mismo eslogan: ¡Ya basta. Por favor, cumple las normas!

Los mensajes comenzarán a emitirse a partir del próximo viernes en 600 pases de televisión, 850 inserciones en prensa, 3.000 salas de cine y en Internet.

El director general de Tráfico, Carlos Muñoz-Repiso dijo en la presentación de la campaña que el énfasis en la somnolencia se debe a que las nuevas autovías y autopistas han incrementado considerablemente las salidas de la vía. Los conductores chocan menos de frente, pero se despistan más por la monotonía de los trazados. "La somnolencia avisa. Al primer síntoma hay que dejar el volante y descansar. No se puede luchar contra el sueño", advierte.

Muñoz-Repiso celebra que Francia haya introducido en Europa una práctica, extendida en los Estados Unidos, que permite a los infractores conmutar las penas de tráfico por la prestación social durante un tiempo en centros hospitalarios. "Aplicarlo aquí -dice-, requeriría un cambio legislativo y disponer de infraestructuras con las que ahora mismo no contamos. Es una idea que hemos barajado y ciertamente, no hemos abandonado. Es posible que lleguemos aplicarla en España".

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La nueva campaña de Tráfico regresa, tras varios años huyendo del catastrofismo, a las imágenes de gran impacto y dureza visual. Las últimas campañas, menos agresivas, no calaron lo suficiente. Ahora han caído en la cuenta de que una actividad de riesgo, como la de conducir, debe captar la atención de los espectadores con imágenes que les provoquen sentimientos. Con ello ha puesto sordina a las quejas de los fabricantes para que no se vincule el dramatismo con el transporte. Al convocar su campaña actual entre las 16 agencias que competían por un contrato de 2.200 millones de pesetas, advirtió del cambio en los mensajes. Prefieren que causen impacto.

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