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Una ONG edita un manual con actividades para el ocio familiar dentro de su campaña 'Educa, no pegues'

Javier Arroyo

Casi la mitad de los padres creen que un pescozón a tiempo es útil en la educación de sus hijos. Para quienes piensan así, pegar a sus hijos es "imprescindible algunas veces", según datos que maneja la ONG Save the Children. Además, un 27% de los padres españoles reconoce haber pegado a sus hijos en el último mes una media de tres veces. Save the Children se opone firmemente a la creencia que que un azote de cuando en cuando soluciona problemas posteriores. Por ello, esta ONG, junto a varias asociaciones de padres, entre otras la Confederación Española de Asociaciones de Padres de Alumnos y el comité español de Unicef, lleva adelante una campaña para desterrar este pensamiento: el castigo físico no tiene ninguna utilidad y las bofetadas nunca llegan a tiempo. Sólo demuestran que los padres han perdido el control de la situación y, además, enseña a los niños a adoptar esas mismas pautas de comportamiento.

Para acabar con esta creencia, estas organizaciones llevan adelante la campaña Educa, no pegues, dentro de la que han editado un manual con material y actividades para el ocio y el tiempo libre que fomenten la relación entre padres e hijos y que sirva para sensibilizar contra el castigo físico en la familia. Se trata también de promocionar formas positivas y no violentas de educación y cuidado del niño en el ámbito familiar. Para diseñar nuevas actividades de este tipo y revisar cómo está funcionando la campaña, este fin de semana se han reunido en Mollina (Málaga) más de 80 educadores y profesionales de actividades de tiempo libre -como la Asociación de Scouts de España, Cruz Roja o el Consejo de la Juventud-.

La diferencia entre castigo y maltrato, según Pepa Hornos, coordinadora de la campaña, radica en la intención y en la intensidad del golpe; en el caso del castigo, "los padres creen que están educando a sus hijos cuando, en realidad, es sólo una falta de recursos", indica Hornos. Según Hornos, el castigo llega cuando la situación ha sobrepasado a los padres. En cuanto a la intensidad, el castigo no causa lesiones lo que sí ocurre en el caso de maltrato.

Según la coordinadora de Educa, no pegues, sólo se acabará con el castigo si se presta atención a la parte educativa. Por eso, numerosas asociaciones y escuelas de padres asisten desde hace algunos meses a los cursos de formación que se llevan a cabo. Las actividades de este fin de semana intentan completar el proceso llevando la información a los profesionales de la educación, mediante los cuales se pretende que la información llegue también a los niños.

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