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El Madrid aguanta el tipo en Canarias

Mantiene la frente erguida el Madrid en su lucha por colocarse en la tabla lo mejor posible. Ocho victorias ha encadenado, la última frente a un rival como el Canarias, que hizo lo imposible por echar el freno al acelerón madridista. Consiguió el triunfo por los pelos, en el último minuto, merced a un lanzamiento de Alberto Angulo, que no pasa precisamente por ser un tipo al que le pueda el miedo. Pero el partido resultó un suplicio para el Madrid, al que acribilló Racca y que vio el aro menguar cada vez que alguien que no fuera Djordjevic se acercó a la línea de tiros libres.El partido fue del Canarias durante 38 minutos, los que transcurrieron hasta que empezó a sentir el aliento de su rival, justo cuando el reloj estaba a punto de detenerse. Sólo tuvo entonces ojos para Djordjevic y allá que apareció el mayor de los Angulo, que colocó al Madrid por delante por primera vez (62-64), amén de firmar la que a la postre fue la canasta definitiva. Aún le dio tiempo al Canarias a lanzar dos triples, que murieron sin premio.

CANARIAS 64REAL MADRID 66

Canarias: Bernie Hernández (9), J.Rodríguez, Racca (27), Deon Thomas (9) y Wood (12) -cinco inicial-; David Brabender (5), Brian Clifford (2), Tamames y Rafa Vega.Real Madrid: Djordjevic (14), Alberto Angulo (18), Lucio Angulo (8), Struelens (14) y Brent Scott (9) -cinco inicial-; Galilea (1), Mijailov (2) e Iker Iturbe. Árbitros: Mitjana, Guirao y Martínez. Sin eliminados. Lleno. Unos 5.000 espectadores en el Centro Insular de Deportes.

Y eso que el Canarias, hasta que la urgencia llamó a su puerta, se había manejado de maravilla desde la lejanía. Nueve triples consiguió, de los que cinco pertenecieron a Racca, al que ninguno de sus marcadores le hizo siquiera cosquillas. Y entre el acierto del argentino y la disciplina madridista a la hora de errar tiros libres (encestó 15 de 24), el Canarias voló. Pero todas sus ventajas, que llegaron a ser de 12 puntos (36-24), las fue reduciendo el Madrid a base de sacrificio y a base del empeño de Struelens (14 puntos y 11 rebotes) por evitar el fin de los buenos tiempos. Luego llegó Angulo, vio que Herreros le observaba vestido de paisano desde el banquillo -aquejado de una lumbalgia que le convierte en duda para el partido ante el Barça- y decidió actuar.

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