El soterramiento de las vías del ferrocarril a su paso por Vitoria cuesta 46.000 millones de pesetas
La solución ferroviaria por la que apuesta el Ayuntamiento de Vitoria tiene un coste de 46.000 millones de pesetas (276 millones de euros). El gobierno municipal presentó ayer un avance del estudio técnico encargado en la anterior legislatura a la empresa Sener. La propuesta más factible implica trasladar la estación de Vitoria al parque de Arriaga, en el norte de la ciudad, para construir una intermodal, así como habilitar un ramal para mercancías que circunde el casco urbano. El mismo estudio propone recuperar el proyecto de metro ligero, desechado en la era Cuerda.
El Ayuntamiento sabe que este estudio tiene un valor orientativo, porque carece de competencias. Todas las actuaciones en materia ferroviaria corresponden al Ministerio de Fomento. Además, se trata de un trabajo cuya realización se prevé a medio plazo, no antes de 2005. Antes deben construirse los tramos Madrid-Valladolid y Valladolid-Burgos del trazado de alta velocidad. Sin embargo, sirve para que el gobierno municipal apueste desde ahora por un recorrido concreto.El alcalde, Alfonso Alonso (PP), avanzó ayer que ésta será una de las cuestiones básicas de su mandato y "la prioridad más importante" que se ha marcado en su condición de diputado en el Congreso. En los cuatro próximos años se ha propuesto como principal objetivo convencer al Gobierno central para que invierta 46.000 millones de pesetas en el soterramiento de las vías férreas a su paso por Vitoria. "Es el proyecto de transformación más importante que puede sufrir la ciudad en toda su historia", comentó.
El estudio, cuya elaboración ha requerido medio año de trabajos, plantea dos alternativas principales. La primera consiste en conservar el trazado actual del ferrocarril, pero soterrando las vías en el tramo que recorre el casco urbano. Su coste ronda los 45.000 millones de pesetas (270 millones de euros). Sin embargo, en su contra hay varias razones que lo descartan casi de principio. Crearía muchas complicaciones en su ejecución porque resulta difícil compaginar las obras con el uso de la vía. Además, supondría que todo el tráfico de trenes atravesaría la calle Dato, la más céntrica de la ciudad. Incluido el de mercancías.
La apuesta de la mayor parte de los grupos políticos del Ayuntamiento de Vitoria se centra en la otra alternativa, que implicaría un nuevo trazado, también soterrado. Según esta propuesta, los trenes de pasajeros utilizarían un nuevo eje siguiendo el trayecto de la antigua carretera de circunvalación, es decir, por el futuro barrio residencial de Zabalgana hasta Lakua y el parque de Arriaga, por donde llegaría el tren a una velocidad de 100 kilómetros por hora. Allí, ocupando terrenos del actual parque, se ubicaría una nueva estación, con carácter intermodal (de ferrocarril, autobuses e incluso un tranvía o metro ligero). A continuación, saldría a la superficie por el área industrial de Betoño, junto al Fernando Buesa Arena.
Además, la propuesta incluye otro ramal por el que circularía todo el tráfico de mercancías. Éste seguiría el trazado de la actual circunvalación (la N-I), que tomaría contacto con la otra vía cerca del pueblo de Ilárraza. El conjunto de esta opción supondría un gasto de 40.000 millones (el paso por el centro) más otros 6.000 del ramal periférico, y como la anterior, es compatible con cualquier trazado ferroviario para el País Vasco, ya sea el proyecto de la Y liderado por el Gobierno vasco o la L invertida propuesto por las Cámaras de Comercio. Se calcula que el plazo de ejecución rondará los dos años.
En los últimos años se había manejado la posibilidad de situar la intermodal en los terrenos de la acería de Sidenor en el barrio de Zaramaga, que quedarán liberados a finales de este año. Sin embargo, se desaconseja porque conlleva dificultades técnicas (por la posición de los andenes respecto al edificio de la estación).
Metro ligero en tres fases
Además, el estudio plantea otra novedad: la construcción de un metro ligero. Esta idea ya se debatió en la anterior legislatura, pero quedó finalmente descartada. Sener propone realizar el proyecto en tres fases, aprovechando que el trazado actual del ferrocarril quedará libre.
Los grupos políticos municipales analizarán en las próximas semanas el proyecto y, tras una segunda reunión este mes, tomarán una decisión sobre el mejor trazado en mayo. De momento, el PP cuenta con el previsible apoyo, si bien con algunos matices, de la mayoría de la oposición.
