_
_
_
_
_

Cesa el gerente de la empresa implicada en el espionaje al PSOE de Baleares

El Consejo de Administración de Bitel -la empresa servidora de Internet desde la que se desvío el correo electrónico de Frances Quetglas, presidente socialista en 1998 de la Comisión Insular de Urbanismo, hacia un asesor del entonces presidente balear, Jaume Matas, del PP- destituyó ayer por unanimidad a Enric Adán, gerente de la empresa. Adán había elaborado una explicación exculpatoria para sí mismo y para el equipo de Matas y no había entregado al Ejecutivo regional, encabezado ahora por Francesc Antich (PSOE), toda la documentación de la empresa, tal como había asegurado el pasado verano. Bitel reconoció ayer que el desvío del correo electrónico se había producido, pero achacó el hecho a un "error tipográfico".El Gobierno balear, por su parte, ha localizado una copia de los ficheros, documentos y mensajería interna que almacenaban todos los ordenadores de la Administración autonómica en noviembre de 1998, época en la que el PSOE asegura que el ex presidente Jaume Matas, del PP, usó en el Parlamento papeles obtenidos a través del espionaje electrónico.

La acusación socialista supone que los datos informáticos hallados podrán ayudar al juez del caso, Enrique Morell, y al fiscal Miguel Ángel Anadón en la investigación abierta sobre la existencia de una presunta maniobra ilegal y sobre el destino de los mensajes intervenidos.

"Hemos hallado una copia de seguridad de todas las bases de datos, archivos y usuarios, de más de cuatro horas de duración, que se efectuó de manera cautelar antes de unas modificaciones en el sistema de la comunidad", señaló Damià Cànoves, director general de la Presidencia del Gobierno de Baleares. "Sin abrirla, con el certificado del jefe de sistemas que dirigió la operación, será entregada al juez", agregó.

Archivos triturados

Antes de su salida del poder, en julio de 1999, el equipo de Matas vació casi toda la información que contenía la red de ordenadores del Gobierno y trituró durante dos días los archivos de papel de su gabinete. "De aquella época, de los 16 años del PP en la comunidad, no quedó rastro en los ordenadores. Afortunadamente, un funcionario reservó esta copia general previa a las modificaciones efectuadas un día de noviembre de 1988", indicó Cànoves.

El magistrado que indaga la supuesta vulneración del secreto de las comunicaciones ya tiene en su poder otro material informático, con los registros históricos de las cuentas y la mensajería de Internet que se administraban para el Gobierno. La empresa servidora Bitel, que creó el PP, libró esta documentación horas después de solicitarla el juez, una semana después de que se destapara el pinchazo. Los expertos informáticos de la Policía Judicial empezarán ahora el rastreo en los archivos electrónicos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_