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Badalona acoge hoy un festival musical contra la impunidad de las dictaduras latinoamericanas

Por la justicia y contra la impunidad. Éste es el lema escogido por la Coordinadora Latinoamericana Contra la Impunidad (CLCI) para el festival musical que reunirá esta noche en el Pabellón Olímpico de Badalona a artistas como Mercedes Sosa, León Gieco, Inti Illimani, Víctor Manuel, Ana Belén, Jorge Drexler y Gerard Quintana, protagonistas de un acto solidario con los países de Latinoamérica que han sido objeto de violaciones sistemáticas de los derechos humanos. Algunos de ellos presentaron ayer el concierto junto a la viuda de Víctor Jara, Joan Turner.

Concienciar a la opinión pública española sobre esta situación es el objetivo de este concierto, que, en palabras de un miembro de la CLCI, "también pretende recaudar fondos para financiar la apertura de procesos judiciales contra los militares genocidas que han actuado impunemente en países como Chile, Argentina o Uruguay". En el acto de presentación del concierto, en el que estuvieron León Gieco, Mercedes Sosa y Gerard Quintana como representantes de los artistas, también tomó la palabra Joan Turner, viuda del cantautor chileno Víctor Jara, quien señaló: "Gracias a los acontecimientos que han mantenido a Pinochet detenido en Londres hoy es posible hablar abiertamente en Chile sobre los atropellos cometidos por la dictadura militar".En la misma línea, Mercedes Sosa, la gran dama de la canción latinoamericana, indicó: "Nadie esperaba que a Pinochet le pasara lo que le pasó en Inglaterra, donde ha tenido que interpretar un vergonzoso papelón que hay que agradecer al pueblo español".

Tanto Mercedes Sosa como León Gieco y Gerard Quintana señalaron que el peor manto que puede caer sobre los seres humanos es "el manto del olvido, que puede conducir a la indiferencia y a la ulterior falta de solidaridad con aquellos que la necesitan".

Precisamente el término solidaridad fue definido por otro de los participantes en la presentación del concierto, el diputado del Frente Amplio en el Parlamento de Uruguay Raúl Sendic, quien indicó que "la solidaridad es la ternura de los pueblos" antes de señalar que "la verdad es siempre necesaria par sellar la paz", en clara referencia a que los militares responsables de las atrocidades que tuvieron lugar en países como el suyo también deben responder de sus actos. De todas las formas usadas, el más categórico al definir la situación en Latinoamérica fue el argentino León Gieco, quien dijo que "las democracias latinoamericanas son lo mismo que una cubierta de chocolate puesta sobre un buen montón de mierda".

Especialmente significativa fue la presencia de Mercedes Sosa, una artista que no actuaba en España desde 1982. La cantautora argentina declaró: "Lo peor que nos ha pasado a muchos suramericanos es el exilio, ése ha sido nuestro peor castigo. Cuando te exilias, tus hijos se acostumbran al lugar de acogida y resulta muy difícil hacer que sientan lo mismo que tú sientes por tu país". "Es terrible", apostilló.

Mercedes Sosa añadió: "He dejado a mi madre gravemente enferma, tanto que cuando el martes vuelva a casa no sé si la encontraré viva. Pero sentía que tenía que estar aquí, levantando mi voz contra la impunidad de esos militares que en Londres están enfermos y caminan alegremente cuando llegan a su país", para luchar contra las situaciones que generan los exilios y contra el olvido que los puede hacer desaparecer de la memoria popular.

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Con todo, Mercedes Sosa se mostró comprensiva con sociedades que, como la española, se ven regularmente llamadas a la solidaridad. "Sí, es cierto que de tanto solicitar apoyo, la gente se puede llegar a insensibilizar. Al menos eso puede ocurrir con causas políticas como la que hoy nos ocupa", dijo, "pero no lo veo tan claro con otras como las que hacen referencia al cambio climático del planeta, un problema muy grave que al margen de ideologías nos puede dejar sin un lugar en el que vivir".

Plantar cara

Más combativo se mostró Gerard Quintana, quien afirmó: "Es necesario plantar cara a quienes quieren adocenarnos con fútbol y electrodomésticos. Sí, nosotros vivimos bien, pero hay que decir que lo hacemos a costa de muchos millones de personas que se mueren de hambre en todo el planeta".

El concierto de esta tarde-noche está planteado como una fiesta cuya duración se estima superior a las cinco horas. Dará comienzo a las 19:00 horas, y a lo largo del festival se hará entrega del premio José Carrasco Tapias -un periodista chileno muerto durante la dictadura- al semanario Liberación, editado en castellano en Estocolmo por miembros de la colonia chilena afincada en Suecia.

Las entradas para el festival cuestan 2.000 pesetas.

Manolo S. Urbano

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