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Entrevista:FRANCESC VENDRELL - NUEVO ENVIADO ESPECIAL DE LA ONU EN AFGANISTÁN

"Éste es el mayor desafío de mi vida"

¿Cómo negociar con el régimen de un país acusado de violar los derechos humanos más fundamentales, relegado al rango de paria internacional, aislado por las recientes sanciones del Consejo de Seguridad y objetivo número uno de la política antiterrorista estadounidense? "Con mucha paciencia", asegura Francesc Vendrell, el nuevo enviado especial en Afganistán del secretario general de la ONU, Kofi Annan. En declaraciones a este periódico, Vendrell tiene claro que "una solución duradera pasa por el respeto a los derechos humanos". "Ésta es una misión de buenos oficios para que las partes en conflicto alcancen un acuerdo político que termine con los combates y permita establecer un Gobierno multiétnico", dice Vendrell en su despacho del piso 35 de la Secretaría General. Hasta ahora, y desde el verano pasado, era el representante personal de Annan para Timor Oriental.Su predecesor, el ex ministro argelino de Exteriores Lakdar Brahimi, dimitió el pasado octubre, quejándose de que el Gobierno talibán y los países vecinos de Afganistán, incluidos en el formato de las conversaciones de paz, no se tomaban en serio los esfuerzos negociadores de la ONU.

Este catalán de 59 años ha hecho toda su carrera en la ONU, donde entró como oficial técnico en 1968. Desde 1989 lleva ocupando varios puestos en la Secretaría General, el último como director de su Departamento de Asuntos Políticos. "Éste es el desafío más serio de mi vida profesional", dice Vendrell, que esta semana inicia su primera gira por la región, donde debería entrevistarse con el líder de los talibán, el jeque Mohamed Omar, y el jefe de la oposición del Norte, Ahmed Shah Masud, antes de visitar los países limítrofes: Tayiskistán, Irán, Uzbekistán, Turkmenistán y Rusia. En marzo viajará a China.

Los talibán controlan el 90% del país desde que tomaron el poder en septiembre de 1996, tras una larga ofensiva de dos años. La llamada Alianza del Norte, un grupo de minorías étnicas lideradas por Masud y el que fuera presidente, Burhanuddin Rabbani, se ha atrincherado en el 10% restante.

En principio, Vendrell sólo se ocupa del aspecto puramente político del conflicto que opone a los dos bandos y sus repercusiones en el delicado equilibrio geopolítico de la región.

"Estoy convencido de que el pueblo afgano está cansado de la guerra y de vivir en la miseria", dice Vendrell, que confía en que las cosas vayan cambiando.

El nuevo enviado especial reconoce que la clave del problema no se encuentra tanto dentro como fuera de Afganistán. "Son dos aspectos del conflicto: el problema interno y el de los intereses de los países limítrofes, que no siempre coinciden con los deseos del pueblo afgano. La situación geopolítica de Afganistán es muy importante. El papel de sus vecinos es fundamental". Sobre todo el de Islamabad. Se calcula que unos 10.000 soldados paquistaníes están luchando con los talibán contra la Alianza del Norte.

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Antes de iniciar su gira, Vendrell se entrevistó en Washington con el subsecretario de Estado norteamericano Karl Inderfuth, la máxima autoridad de Estados Unidos en visitar Pakistán, hace dos semanas, desde el golpe del general Pervez Musharraf.

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