_
_
_
_
_

El fiscal rebaja a un tercio su mayor petición de pena en el juicio a dirigentes de LAB

El fiscal rebajó ayer de dos años a ocho meses de cárcel su principal petición de pena en el juicio contra tres dirigentes de LAB que celebró la Sección Segunda de la Audiencia de Bilbao tras escuchar los testimonios de los cinco ertzainas que intervinieron en los hechos. El fiscal reclamaba esa pena para el responsable de comunicación del sindicato abertzale, Txutxi Ariznabarreta, por un delito de obstrucción durante unos incidentes registrados en Bilbao en febrero de 1997 en una protesta contra la detención de la Mesa de HB.

La Ertzaintza detuvo a los tres dirigentes después de la manifestación tras haberles identificado en varios informativos televisivos,en una grabación de la propia Audiencia de Bilbao y en una fotografía del diario Egin. Ariznabarreta, Txomin Lorca, responsable de Acción Sindical, e Itziar Lopategi, miembro del secretariado nacional, habían participado en la concentración ante el Palacio de Justicia de la capital bilbaína en protesta por la detención de la Mesa Nacional de HB.La protesta derivó en enfrentamientos y terminó en una carga policial. Dos años después, los tres ertzainas que intervinieron en los hechos y los dos que instruyeron las diligencias e identificaron a los manifestantes, no pudieron reconocer ante el tribunal a los autores del altercado. "No recuerdo", "no puedo identificarle", concidieron durante sus respectivas declaraciones.

La debilidad de las pruebas obligó al Ministerio Público a rebajar de dos años por obstrucción a los agentes a ocho meses por resistencia la petición para Ariznabarreta. Ninguno de los agentes logró recordar que fuese él quien impidiese la detención de su compañero Lorca.

El instructor de la policía vasca que analizó el material de vídeo y se limitó a identificar a las personas que participaron en el altercado, llegó a la conclusión de que era Ariznabarreta tras ver su foto en Egin, según declaró. "Desde luego que no", respondió el acusado cuando el fiscal le preguntó: "¿Agarró usted a algún ertzaina?" "Si hubiera hecho eso, supongo que me habrían detenido", argumentó.

Lorca reconoció que se negó a identificarse cuando, tras elegirle "al azar" -según el propio agente que lo hizo-, le pidieron la documentación "cuatro o cinco veces". "No me iba a identificar a título organizativo", señaló. La defensa esgrimió que la petición policial "no revestía las formalidades legales" y que, con su rechazo, Lorca trató de evitar una multa que podía ascender a cinco millones por reunión ilegal. El fiscal entendió que la conducta de Lorca fue "hostil y contumaz" y mantuvo su petición de ocho meses de carcel por entender que quedaba acreditado "su desobediencia".

El fiscal también mantuvo su petición de que se multe a Lopetegi con 20.000 pesetas. "Se excedió y no sólo gritó, sino que insultó a los agentes". La acusada negó los insultos. Uno de los ertzainas que declaró no la pudo identificar, pero aseguró que oyó expresiones como "hijos de puta", "policía del PP y cosas así".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

El abogado de los tres acusados, Koldo Markos, pidió la libre absolución para sus defendidos.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_