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Euskadi recibió en 1999 un millón y medio de visitantes, cifra histórica para el turismo vasco

El sector turístico vasco está de enhorabuena. El año pasado batió sus mejores marcas y llegó hasta el millón y medio de turistas, lo que supone un 7% más que en 1998. Euskadi vivió a lo largo de 1999 un tráfico turístico local y foráneo sin precedentes. El tirón de la oferta cultural, con la consolidación del Museo Guggenheim de Bilbao como principal reclamo, unido a la tregua de ETA -rota en diciembre-, que ha hecho perder el miedo a los viajeros que antes no daban el paso de venir a Euskadi, parecen ser los dos factores que explican la subida.

Los establecimientos hoteleros -que incluyen desde los hoteles de cinco estrellas hasta las pensiones acreditadas- acogieron a 1.486.884 viajeros, mientras que en las casas de agroturismo pernoctaron otros 57.831 turistas. Representantes del sector creen que el crecimiento se mantendrá durante este año porque "todavía hay mucha gente que desea conocer Euskadi", pero reconocen que la ruptura de la tregua etarra puede ralentizar la progresión. Los propios responsables del departamento de Turismo han adelantado su previsión de que el año 2000 concluya con una subida del 7%. Sin embargo, la posible vuelta a las armas de ETA introduce un factor de pesimismo. El reclamo de las grandes infraestructuras culturales, como el Guggenheim, el Kursaal o el Palacio Euskalduna, pueden ejercer de contrapeso.Así, el pasado mes de agosto supuso el cénit de la temporada estival y de todo el año, alcanzado los máximos valores de ocupación (74,3% de las plazas hoteleras y de agroturismo) y de estancia media en Euskadi (2,2 días). "Sin la tregua, es una incógnita saber si el próximo verano los hoteles volverán a ofrecer una imagen de lleno", indican representantes del sector.

Suben las pernoctaciones

El millón y medio de turistas que visitó Euskadi durante el último año realizó un total de 2,7 millones de pernoctaciones, un 8% más que en 1998. Éste es uno de los datos que más en cuenta tienen los expertos a la hora de enjuiciar el fenómeno turístico, ya que representa el número de días que los visitantes han permanecido alojados en alguno de los hoteles, pensiones o casas de turismo rural. En el caso de Euskadi, el aumento de las pernoctaciones ha permitido llegar a los dos días de permanencia.

La estancia media es la gran asignatura pendiente de la oferta vasca. Así, durante agosto -que es el mes más atractivo por excelencia para las personas que acuden a Euskadi-, los viajeros permanecieron apenas dos días, cuando en el resto de España la media fue de 4,6 días. Según los cálculos del departamento de Turismo, el gasto medio de un viajero alojado en un hotel supera las 20.000 pesetas al día, lo que refleja la importancia que tiene para el sector retener a este tipo de visitantes durante más tiempo.

Las plazas ocupadas por los viajeros españoles aumentaron un 9%, siendo los madrileños (499.000), catalanes (461.000) y el propio turismo interior de la comunidad vasca (336.000) los más significativos. Entre los extranjeros resaltan los que proceden de Francia (123.100), Reino Unido (109.600) y Estados Unidos y Canadá (106.000).

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El grado de ocupación por plazas fue del 50%, es decir, un 7% más que en 1998. Sin embargo, el aumento no se dio en las tres provincias. Mientras que en Álava la tasa de ocupación se situó en un 46% (5% más que el año anterior) y en Guipúzcoa llegó al 54% (un 15% más), en Vizcaya descendió un 1% y se quedó en el 48%.

Según los datos ofrecidos por el Instituto Vasco de Estadística, los establecimientos con mayor índice de ocupación son los hoteles y pensiones de San Sebastián con menos de tres estrellas (62% de ocupación), los ubicados en el resto de municipios del litoral guipuzcoano (58%), los de Vitoria con menos de tres estrellas (56%), y en Bilbao, los de tres y más estrellas (55%).

En cuanto a la ocupación en las casas de agroturismo, en los tres territorios subió, aunque no de una manera uniforme. Mientras en Álava apenas se llegó a un 22% (que representa un aumento del 6%), en Vizcaya se alcanzó el 34% (un 16% más) y Guipúzcoa se quedó en el 26% (con un 22% de aumento).

Junto a la estancia media, otro de los puntos débiles del turismo en Euskadi es su estacionalidad: la concentración de visitantes en torno a los meses de verano y la escasa afluencia durante el resto del año. A mediados de julio, el departamento presentó su nuevo lema para atraer a los viajeros durante las demás estaciones o en los puentes festivos de otoño e invierno: Euskadi, con mucho gusto. La primera campaña, con la gastronomía como gancho, se fijó atraer visitantes de nivel socio-cultural medio y medio-alto.

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