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Entrevista:PAKO "PKO"CANTANTE DEL GRUPO DE "REGGAE" POTATO

"Siempre hemos intentado dar una visión irónica de los problemas de fondo"

De un tiempo a esta parte abundan los grupos vascos que tocan reggae, pero hubo un tiempo en que la escena musical española presentaba un aspecto desértico cuando se buscaban en ella vestigios de ritmos jamaicanos. Fue así hasta que en la Nochevieja de 1984 ofreció su primer concierto Potato, autodenominada "punki-reggae-party-banda" vitoriana que en 15 años ha incubado grupos paralelos como Arawak y ha grabado ocho elepés. El último se titula Directo, directo (Soviet), es doble, rebosa reggae y ska, se grabó en vivo en Barcelona con 18 de los 40 músicos que han pasado por sus filas y reúne 28 temas, incluidos clásicos autóctonos como Rula. Pregunta. Suele decirse que los discos en directo señalan el final de una etapa. ¿Es su caso?

Respuesta. Un poco sí. Nuestra idea era grabar el disco, juntar por fin a toda la peña y dejar al grupo en una situación buena de status, por así decirlo. Pensábamos ser mucho más selectivos, pero, al final, la propia dinámica del disco entusiasma a la gente y los Reyes Magos nos han traído una actividad frenética.

P. Siendo uno de los grupos más veteranos de Euskadi, ¿encaja Potato en la escena actual?

R. Creo que la mayoría de nuestras letras e inquietudes siguen completamente vigentes. Hace pocos meses, precisamente un articulista de EL PAÍS hablaba de la cuestión política en Euskadi, que realmente no se había movido mucho la historia por parte de nadie, y se apoyaba en una letra de Potato de 1986 para reflejar la actualidad. Socialmente, Miguelín también sirve, porque todavía se incordia más a la gente que tiene cuatro tiestos en su casa que al que pasa jaco o coca. Los problemas de fondo son los mismos; lo que pasa es que siempre hemos intentado darles una visión más humorística o irónica, que bastante crispado está ya el asunto.

P. Fueron los primeros en tocar reggae en España. ¿Cómo se les ocurrió?

R. Todos los grupos que surgían entonces eran punkis, oi! o hardcore bestial; había mucha mala leche, vamos. Aunque veíamos que realmente era para estar así, nos dio más por reírnos de nosotros mismos y, pese a denunciar la situación, hacerlo con un soporte musical más digerible desde nuestro punto de vista.

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P. ¿Qué queda de punki en la punki-reggae-party-banda?

R. Eso lo hemos comentado, precisamente, grabando el directo en Barcelona. Vimos que realmente somos muy punkis, que vamos un poco a nuestro aire. Nuestra visión de lo punki es que permitió expresarse a gente que no venía del mundo de la música, desmitificando un poco la historia del buen cantante y demás.

P. ¿Cuando ve lo populares que son bandas como Ke Rule o Ke No Falte, considera que Potato es un grupo infravalorado?

R. Ahí tiene mucho que ver el marketing, pero es verdad que nuestra historia está mucho más reconocida, por ejemplo, en Cataluña. Aquí parece que somos más cerradicos en lo nuestro y ningún grupo de los que han salido reconoce abiertamente que uno de los primeros grupos que, lógicamente, tendrían que empezar a oír serían los Potato.

P. ¿Qué proyectos tienen?

R. Se está construyendo una pequeña gira alemana y están en el aire otras por lo que era Yugoslavia y por Suramérica, un mercado que nunca se ha tocado con Potato, a pesar de haber sido número uno en Perú o Chile con el Rula. Incluso se han pirateado nuestros discos en esa zona.

P. Por cierto, ¿qué queda de la Euskadi Tropikal que preconizaban en los ochenta?

R. La verdad es que yo lo de la Euskadi Tropikal lo veía más fácil con Carlos Garaikoetxea, le veía más predispuesto, más dialogante. En cambio ahora, sobre todo aquí en Álava con el PP, creo que lo vamos a tener peor.

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