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Un tribunal insta otra vez al Ayuntamiento a que estudie reducir el horario de 200 bares

El Tribunal Superior de Justicia ha dictado una providencia en la que, por segunda vez, insta al Ayuntamiento de Madrid, gobernado por el PP, a iniciar un expediente sobre el ruido que ocasionan los más de 200 bares que pueblan el barrio de Las Letras, sobre todo de la calle de Las Huertas, en el distrito de Centro. Los vecinos llevan varios años quejándose de que no pueden conciliar el sueño hasta altas horas de la madrugada debido al dilatado horario de cierre de los locales de copas registrados en la zona. En marzo pasado, hace ya 10 meses, sus inquilinos acudieron al Ayuntamiento pidiéndole que redujese el horario de cierre nocturno de estos locales. Al ver que el municipio ni siquiera contestaba a sus demandas, optaron por buscar un abogado y apelar al Tribunal Superior de Justicia de Madrid.

Esta instancia judicial, la máxima en la Comunidad de Madrid, ordenó, mediante un auto, al consistorio en julio pasado que abriese un expediente administrativo sobre el asunto y no obviase la queja vecinal, es decir, que ofreciese una respuesta oficial. En el auto, el tribunal no entró en el fondo del asunto; esto es, en si el horario de cierre era o no excesivo, aunque sí requirió al Ayuntamiento para que abriese un expendiente y lo resolviese. Así, la respuesta administrativa permitiría a los vecinos, en caso de resultarles insatisfactoria para sus demandas, apelar al tribunal mediante un recurso contencioso-administrativo y exigir por la vía judicial la reducción del horario de los locales. Hace varias semanas, el Tribunal recibió un insólito escrito del consistorio, junto con unos planos de la capital, en el que el Ayuntamiento pedía a sus cinco integrantes que indicasen el perímetro urbano del barrio de Las Letras, puesto que oficialmente, y con ese nombre, no existe tal zona. Es decir, el Ayuntamiento solicitaba al tribunal que delimitase dónde empieza y dónde termina el denominado barrio de Las Letras.

El escrito y la remisión de los planos, enviado por el departamento que dirige la ex juez y ahora concejal de Policía, María Tardón, ha sorprendido en fuentes judiciales. Y, de hecho, es el que ha propiciado la citada providencia judicial, en la que se da un varapalo al Ayuntamiento y se le recuerda que no es misión de un tribunal delimitar las áreas geográficas de una ciudad, sino fiscalizar y revisar las decisiones de la administración, que debe actuar en todo momento de "buena fe" en el cumplimiento de las resoluciones judiciales, según advierte el tribunal en la providencia. En ella, también se reitera al Ayuntamiento de Madrid su obligación de iniciar de una vez por todas el expediente y contestar a la queja vecinal.

Obligación de responder

El contenido del auto dictado en julio por la Sección Segunda del alto tribunal no es baladí, y cabe extrapolarlo a quejas similares, pues supone un mandato al Ayuntamiento para que conteste no sólo a ésta, sino a cualquier queja fehaciente que planteen los madrileños. Es decir, que el Ayuntamiento, ante cualquier escrito vecinal, está obligado a iniciar un expediente administrativo y resolverlo bien a favor o bien en contra del reclamente, pero nunca obviarlo con el silencio.

Juan Carlos Mora, presidente de la Asociación de Vecinos del barrio de Las Letras (conocida por este nombre por los escritores que en él vivieron), ha confirmado a EL PAÍS que el hecho de acudir al tribunal se debió a la ausencia de una respuesta por parte del municipio a la demanda vecinal de que se reduzca el horario de cierre de las decenas de bares que rodean sus casas. "El descanso", dijo Mora, "está por encima del ocio". "Este lugar", añadió, "se ha convertido en invivible, y mucha gente, al no poder soportarlo, ha tenido que marcharse a otro lugar".

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Mora subraya que la normativa sobre horarios establece que los bares que no están insonorizados ni tengan puertas dobles deben cerrar a las dos de la madrugada los días laborables y a las 2.30 los fines de semana. Los que reúnen las citadas condiciones (doble puerta y aislamiento) pueden extender su horario hasta las 3.30 los fines de semana. "Estos horarios", se queja Mora, "no se están cumpliendo". La zona afectada abarca unos 300.000 metros cuadrados en el perímetro de las calles de León, Prado, Moratín, Santa María y Echegaray y la plaza de Santa Ana, entre otras.

La concejal Tardón aseguró, tras publicar este periódico el auto del Tribunal Superior del pasado julio, que estudiaría su contenido y que trataría de establecer un diálogo entre las partes afectadas (vecinos y dueños de locales). De hecho, ha mantenido alguna reunión, pero la situación permanece invariable.

El presidente de la Asociación de Bares de Copas, José Luis Salazar, ha pedido al Ayuntamiento que actúe contra los que incumplen la normativa, pero que no "redujese el horario, porque sería injusto". Salazar se desvinculó, no obstante, de la opinión vecinal que sostiene que la eclosión de bares ha perjudicado al barrio. "Se ha revalorizado gracias a la actividad nocturna", afirma.

La zona de Huertas, junto con la de Justicia (Malasaña), es de las más ruidosas de la capital. Ambas concentran buena parte de los pubs de la zona Centro. Los pubs de Huertas acumulan más de 6.000 expedientes por cerrar a deshora, según la Policía Municipal (ver EL PAÍS del 28 de septiembre pasado). Además, hay otros 2.000 por diversas infracciones, como exceso de ruido y consumo de alcohol en la calle.

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