El Málaga sienta cátedra ante un Espanyol en plena crisis

ESPANYOL 0 MÁLAGA 2Espanyol: Mora; Cristóbal, Nando, Pochettino, Toledo; Navas, Galca (Roger, m.46), Sergio, Velamazán; Serrano (Posse, m. 63) y Tamudo (Manel, m.59).

Málaga: Contreras; Rojas, Bravo, Larrainzar, Valcarce; Rufete, Movilla (Fernando Sanz, m.77), De los Santos, Agostinho (Ruano, m.65); Edgar (D.Silva, m.65) y Catanha.

Goles: 0-1. M.69. Bonita combinación entre Silva, Catanha y Rufete, Navas intercepta, pero el balón queda a pies de Silva que fusila por bajo.

0-2. M.73. Catanha controla un centro y cede atrás a Rufete que marca.

Árbitro: Andradas. Amonestó a Cristóbal, Valcarce, Catanha, Serrano, Rojas y Darío Silva.

Estadio de Montjuïc. 20.000 espectadores

El Málaga se puso en órbita a costa del Espanyol en un partido que marcó un punto de inflexión en la trayectoria de ambos equipos, que compartían hasta ayer la zona tibia de la tabla. La ambición y la frescura del cuadro andaluz le otorgó un triunfo incontestable. Los errores en su disposición y las dificultades para mantener la línea con un perfil que cambia cada semana y en cada partido condenaron al Espanyol, que se hunde en las últimas posiciones.

El Espanyol y el Málaga se enfrascaron en una pelea sin tregua en la que mandaron los reflejos, los automatismos en la recuperación del balón y la velocidad en las transiciones. No hubo pausa y los jugadores se pasaron el partido con la lengua fuera. El inicio ya fue toda una declaración de intenciones, porque no tardó Tamudo ni cinco minutos en enviar un balón al travesaño y poco más tiempo transcurrió cuando Rufete endilgó un zurdazo que lamió el palo.

El Málaga justificó sus triunfos en campos como el Camp Nou y sus abultadas estadísticas: es el segundo equipo que recupera más balones y el tercero que más pierde. Se mantuvo ayer en alerta permanente en defensa pero empezó la tarea en la divisoria, a base de evitar que hubiera jugador del Espanyol capaz de tirar de las bridas del partido. Y cuando dispuso del balón buscó la portería de Mora con una verticalidad admirable.