El obispado de Cádiz y Ceuta destinará el 10% de sus ingresos a los pobres y el 0,7% al Tercer Mundo
El obispado de Cádiz y Ceuta destinará el 10% de todos sus ingresos a los pobres y un 0,7% a la ayuda al Tercer Mundo. La Asamblea Sinodal de la Diócesis de Cádiz -integrada por religiosos, sacerdotes y mayoritariamente laicos de la provincia gaditana- aprobó el sábado por la tarde estas dos medidas solidarias en el transcurso de la tercera sesión que este órgano celebra en toda la historia de la Iglesia diocesana de Cádiz. El compromiso de la Iglesia y la comunidad religiosa con las personas más necesitadas centró el debate de los asistentes, que presentaron numerosas enmiendas y nuevas propuestas tras la disertación de la ponencia La Iglesia y los pobres, que expuso Jesús Casado, vicario de la parroquia de La Palma en Algeciras y anterior vicepresidente de Cáritas Andalucía.
La asamblea aprobó además un paquete de actuaciones adicionales encaminadas también a prestar ayuda y servicio a las personas más desasistidas, como crear un organismo que sensibilice a la comunidad diocesana y que coordine todas las acciones caritativas, además de establecer Cáritas en todas las parroquias como signo, según el obispado, de la dimensión caritativa de la comunidad cristiana. Con estos cambios, la Iglesia persigue, según Jesús Casado, "encarnarse en el mundo de la pobreza como paso fundamental para evangelizar". "Sólo una Iglesia que se acerca a los pobres y a los oprimidos, se pone a su lado, y lucha y trabaja por su liberación, por su dignidad y bienestar puede dar un testimonio coherente y convincente del mensaje evangélico", subrayó Casado, quien explicó que estas medidas permitirán a la Iglesia prestar un servicio "consecuente" con las necesidades sociales. "La Iglesia no está en el mundo para acaparar riquezas, no es una institución más, sino que tiene un mensaje abierto para todos y lo importante es que llegue a todos. Eso se consigue con buenas noticias para los que peor lo pasan", dijo.
El obispado potenciará también el Fondo Diocesano de Solidaridad como medio abierto a la caridad, a la vez que revisará la economía de los bienes diocesanos y el uso que se hace de ellos favoreciendo el servicio a los pobres y la comunicación cristiana de los ingresos de la Iglesia. Fomentar la preparación específica de los voluntarios por parte de Cáritas Diocesana; evitar toda clase de diferencias en el ornato, lugares o modelos de tipo social en las celebraciones sacramentales, y velar por la trasparencia y la publicidad de la economía diocesana cierran el capítulo de medidas que serán presentadas por el obispo de Cádiz y Ceuta, Antonio Ceballos Atienza.
