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Una investigación indica que la vacuna del sida funcionaría peor en las mujeres

El virus transmitido por vía heterosexual presenta más diversidad en las seropositivas

Gabriela Cañas

Diversos estudios han apuntado que las mujeres son más vulnerables al contagio del sida y que en ellas la progresión de la enfermedad es más virulenta. Ahora, una investigación demuestra que el virus contraído por vía sexual presenta más variantes en las mujeres, lo que, en consecuencia, indicaría que la vacuna funcionaría peor en la población femenina. La epidemia del sida, que empezó castigando a homosexuales masculinos, afecta ya en África a más mujeres que a hombres y todo indica que hay diferencias de género que obligan a replantear los tratamientos.

La nueva investigación, que publica la revista Nature Medicine en su próxima entrega, sugiere que los hombres podrían disponer de un filtro que les permite quedar infectados de virus del sida de forma más homogénea, con menos variantes, al contrario que las mujeres, que suelen presentar una mayor diversidad, como si carecieran de ese filtro.La consecuencia, como señala la directora de la investigación, Julie Overbaugh, de la Fred Hutchinson Cancer Research Centre of Seattle, es que "quizá una vacuna podría funcionar mejor en los hombres que en las mujeres", informa Reuters. Una consecuencia lógica, como explica el secretario del Plan Nacional del Sida, Francisco Parras, quien, sin embargo, añade: "Quizá para cuando haya una vacuna se habrán mezclado más los subtipos del virus que hay en cada continente y para entonces haya aún más diversidad".

Por lo demás, el estudio, como admite la propia Overbaugh, "suscita más preguntas que respuestas", observación en la que está de acuerdo el virólogo Rafael Nájera, porque plantea cuestiones sobre cómo funciona ese filtro, si es un efecto hormonal y, como el propio estudio sugiere, si esa ausencia de filtro femenino puede ser beneficiosa al provocar una respuesta inmunológica que termine por mantener al virus bajo control durante mucho más tiempo.

Replantear estrategias

Ciertas investigaciones anteriores ya habían demostrado que algunas africanas infectadas por el VIH (virus de inmunodeficiencia humana) presentaban un virus de mayor variabilidad, más heterogéneo que el detectado en hombres americanos y europeos.

Los firmantes de este nuevo estudio han elegido 32 mujeres y 10 hombres de Kenia, todos ellos contagiados por vía sexual, de la misma región geográfica y con frecuencias de actividad sexual similares. A todos se les ha sometido a un seguimiento exhaustivo durante tres años. Una de las hipótesis que han querido descartar los investigadores es que la diversidad del virus se debiera a la reinfección por mantener contactos con múltiples parejas. En todo caso, los investigadores hallaron en la mayoría de las mujeres estudiadas múltiples variantes del virus del sida, mientras que los hombres tienen un virus más homogéneo. Algunas de ellas quedaron infectadas por un virus más sencillo que, tras desarrollarse la enfermedad, había sufrido más mutaciones, siendo, por tanto, más heterogéneo.

"Nuestro estudio indica que la infección por un virus sencillo puede ser general en los hombres que adquieren el VIH-1 a través de contactos sexuales, ya sea con mujeres o con hombres", señalan los investigadores, lo que evidenciaría la existencia de ese filtro.

Dos investigadores ajenos al estudio explican en el mismo número de Nature Medicine que esta supuesta ausencia de filtro en el organismo femenino podría deberse a que en la mujer hubiera un número de células más susceptibles de quedar expuestas a la infección en un contacto sexual o que la respuesta inmunológica es diferente por una cuestión hormonal.

Tanto para estos investigadores como para Julie Overbaugh, es evidente que hay que trabajar a fondo para estudiar qué consecuencias tiene para las mujeres el hecho de quedar infectadas por virus más complejos. Lo que parece probado, indica el estudio, es que hay que ser muy cautelosos a la hora de extrapolar los datos obtenidos hasta ahora sobre el virus del sida a partir de modelos casi exclusivamente masculinos. Las evidentes diferencias sobre cómo la enfermedad afecta y se desarrolla en hombres y mujeres deben hacer replantear los protocolos de tratamiento y las estrategias de prevención. Este trabajo, como indica el preámbulo de su publicación, trata de arrojar luz sobre la transmisión del virus y su diversificación para facilitar el desarrollo de una vacuna de eficacia global.

El sida, una epidemia que se propagó en Occidente casi circunscrita a grupos homosexuales, es hoy una enfermedad que afecta a 33,4 millones de personas, un tercio de las cuales son mujeres. En África es ya la primera causa de muerte y el número de mujeres que viven infectadas por el virus -12,2 millones- ha superado ya al de hombres -10,1 millones-.

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Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

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