Trias critica que la Carta de Barcelona se diluya en una ley de ciudades

El consejero de la Presidencia de la Generalitat, Xavier Trias, se mostró ayer reticente a que la Carta Municipal de Barcelona se diluya en una futura ley para las grandes ciudades, cuyo anteproyecto está siendo estudiado por el Gobierno de José María Aznar. Trias, que mantuvo ayer la primera reunión con el Ayuntamiento de Barcelona sobre el desarrollo de la Carta después de las elecciones autonómicas, afirmó, además, que sería mejor abordar la cuestión de la Carta con el futuro Gobierno "y no a dos meses de las elecciones".

A la reunión de ayer se sumaron los nuevos representantes municipales, Joaquim Molins (CiU) y Santiago Fisas (PP), además del concejal Ernest Maragall. Por parte de la Generalitat, además de Trias, estuvo presente Josep Anton Duran i Lleida, consejero de Gobernación y Relaciones Institucionales, que será el que se encargará de todo lo relativo a la Carta de Barcelona una vez Trias abandone su cargo en el Gobierno catalán.Se trató del primer encuentro entre ambas administraciones para poner en marcha el desarrollo de la Carta de Barcelona, una vez han pasado las elecciones muninipales y autonómicas. "Ahora lo importante es que todos los nuevos consejeros y los responsables de área municipales se pongan a trabajar para hacer efectivo el traspaso de competencias, la financiación y la conformación de los consorcios de Cultura, Vivienda, Enseñanza y Servicios Sociales", explicó Maragall al término de la reunión. Según el concejal delegado de la Carta, no debería existir ningún impedimento para que los consorcios estén ya en marcha la primavera del 2000.

La Carta es una ley especial que dota a la ciudad de Barcelona de más competencias. Parte de ellas inciden en materias reguladas por leyes generales como la financiación, la justicia y la seguridad, por lo que es necesario que sean modificadas por el Congreso de los Diputados. Hace un mes, el Ministerio de Administraciones Públicas informó al Ayuntamiento que estaba trabajando en un anteproyecto de una ley de grandes ciudades que asumía lo ya planteado en la Carta de Barcelona.

Desde el Ayuntamiento no se puso ninguna objeción a que el modelo de Barcelona se pudiera utilizar como patrón para una ley general. La percepción no es la misma por parte del Gobierno catalán, según se desprende de las declaraciones que ayer realizó Trias. Para el consejero de la Presidencia resulta "discutible que se proponga una cosa -las competencias para Barcelona-y se conteste con otra". Trias también se mostró contrario a discutir un anteproyecto en vísperas de elecciones: "Esto lo tendrá que aprobar el futuro Gobierno", zanjó.