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Los comunistas descartan una moción de censura en plena guerra

El Partido Comunista ruso descarta presentar una moción de censura contra el primer ministro, Vladímir Putin, al menos mientras continúe la "operación antiterrorista" en Chechenia. Así lo indicó el domingo por la noche, en un debate televisado, el vicepresidente del principal partido del país, Iván Melnikov.También en Itogui, el programa analítico estrella de la cadena privada NTV, se pusieron de manifiesto las discrepancias entre los partidos que superaron en las legislativas del día 19 la barrera del 5% de los votos necesarios para obtener escaños en la Duma, en la mitad de la Cámara elegida por el sistema proporcional.

La mano dura del Gobierno en la república independentista contó, como cabía esperar, con el respaldo del ultranacionalista Vladímir Zhirinovski y del ex primer ministro y líder de la Unión de Fuerzas de Derecha, Serguéi Kiriyenko. Según este último, la intervención debe llegar hasta sus últimas consecuencias, pero no considera necesario el asalto de la ciudad, algo que, por cierto, no cree que esté ocurriendo aún.

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Las críticas a la marcha de la guerra llegaron desde las dos formaciones que resultaron más castigadas por los votantes, al menos en relación con sus expectativas. Así, Grigori Yavlinski, líder de los liberales de Yábloko, afirmó: "Desatar una guerra de revancha y tomar Grozni como un símbolo es inaceptable".

Por su parte, Gueorgui Boss, que representaba a Patria-Toda Rusia, el bloque encabezado por Yevgueni Primakov y Yuri Luzhkov, amenazó con reconsiderar su apoyo al Gobierno en esta cuestión si, como parece que está ocurriendo, la intervención militar degenera en una "operación a gran escala mal preparada en un territorio densamente poblado".

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El único grupo no representado en el debate era el que más se ha beneficiado de la marcha de la guerra. Se trata de Unidad, un invento del Kremlin al servicio de Putin, cuyo líder, Serguéi Shoigú, ministro para las Situaciones de Emergencia, ganó millones de votos en Chechenia mientras, supuestamente, se limitaba a cumplir con sus deberes y a tratar de salvar vidas de civiles inocentes.

Shoigú, que ayer negociaba en Ingushetia la eventual salida de los civiles atrapados en Grozni, presidirá hoy en Moscú el congreso fundacional de Unidad, que bien puede aspirar a entrar con todos los honores en el Libro Guinness de los Récords como primer partido que primero gana unas elecciones y luego se funda.

Ayer, el ministro de Exteriores, Ígor Ivanov, declaró tras reunirse con el presidente, Borís Yeltsin, que éste le fijó como su principal tarea evitar el aislamiento internacional de Rusia con el pretexto del conflicto de Chechenia. Según el jefe de la diplomacia de la segunda superpotencia nuclear del planeta, pese a todo se siguen manteniendo contactos ininterrumpidos con Occidente a alto nivel político.

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