La muerte de Tudjman refuerza las expectativas sobre una transición democrática en Croacia
Tras 40 días de agonía, Zagreb decreta luto nacional en honor del artífice de la independencia
Franjo Tudjman, de 77 años, motor de la independencia y artífice de la actual Croacia, murió en un hospital de Zagreb tras 40 días de agonía. Así lo anunció a las dos de la madrugada de ayer en la televisión estatal el presidente del Parlamento, Vlatko Pavletic, quien ejerce las funciones de presidente de Croacia desde el pasado 26 de noviembre, tras la incapacitación temporal de Tudjman. El Gobierno ha declarado tres días de luto nacional. Los restos de Tudjman quedaron expuestos en la sede de la presidencia para rendirle un homenaje popular que durará hasta mañana, cuando se celebre el entierro.
A las dos de la madrugada, con gesto grave, el presidente del Parlamento, Pavletic, comunicó la noticia, ya esperada desde hacía varios días, cuando, según todos los indicios, Tudjman había entrado en un coma irreversible. Los términos del anuncio contenían la dosis precisa de patetismo: "El gran corazón de Tudjman, estadista y fundador del Estado, primer presidente de la república de Croacia democrática e independiente, ha dejado de latir". Pavletic añadió: "No ocultemos nuestra tristeza, no contengamos nuestras lágrimas, sino permanezcamos en pie, con dignidad, en la edificación de nuestra Croacia democrática y libre, en memoria de Tudjman y en interés de cada uno de sus ciudadanos". Al concluir el mensaje, la televisión emitió el Réquiem de Mozart.La agencia Reuters expone la reacción ante la muerte de Tudjman y menciona las elevadas expectativas de los Gobiernos occidentales de que las reformas se impongan en Croacia. Al mismo tiempo, recoge impresiones de analistas en Zagreb de que el país puede caminar hacia un periodo peligroso de incertidumbre.
Elecciones legislativas
La larga agonía de Tudjman ha permitido a las fuerzas políticas croatas prepararse para la sucesión. En los próximos dos meses, en Croacia se celebrarán elecciones legislativas, el próximo 3 de enero. Las presidenciales deben convocarse para finales del mismo mes. La Constitución de Croacia establece, en su artículo 95, que el presidente se elige por sufragio universal en un plazo entre 30 y 60 días desde el momento en que cumpla el mandato o se produzca la incapacidad. Exige la Constitución que el presidente tenga la mayoría absoluta de los votos válidos. Por este motivo, desaparecido Tudjman, existen muy pocas posibilidades de que un candidato obtenga la mayoría absoluta en una primera vuelta. Casi con seguridad será necesaria una segunda vuelta para elegir entre los dos candidatos más votados.
La oposición croata, a la que Tudjman calificaba de forma despectiva de "el gallinero", cuenta con bastantes posibilidades, según recientes sondeos de opinión, de lograr una mayoría en las elecciones legislativas del 3 de enero. Con Tudjman vivo, si se hubiese producido ese resultado que vaticinan los sondeos, Coacia se habría visto abocada a una cohabitación entre el autocrático presidente y un Parlamento con mayoría de oposición.
Existían dudas fundadas de que Tudjman hubiese aceptado este modelo de cohabitación. En su último encuentro con la prensa, ante un grupo de periodistas extranjeros, convocados a Zagreb el pasado 18 de octubre, Tudjman realizó una especie de testamento de su pensamiento político. No dejó claro el fallecido presidente si estaría dispuesto a aceptar una victoria de la oposición en las elecciones legislativas. Ante repetidas preguntas en ese sentido, Tudjman no se sintió movido ni una sola vez a responder con claridad que aceptaría el resultado, como corresponde a los mínimos requisitos de una democracia parlamentaria.
Las actitudes autoritarias de Tudjman hacían temer por la salud democrática de Croacia, donde los medios de comunicación escritos gozan de un amplio margen de libertad de expresión, pero la televisión y la radio son un instrumento de manipulación y propaganda en manos del régimen.
Ante la desaparición de Tudjman, incluso los opositores reconocen sus méritos en la conquista de la independencia de Croacia y en la guerra por la emancipación de la antigua Yugoslavia. Esta lucha convirtió a varios destacados militares croatas, incluido al propio Tudjman, en candidatos a engrosar las listas de criminales de guerra buscados por el Tribunal Internacional Penal de La Haya.
En el mismo encuentro con los periodistas extranjeros del pasado 18 de octubre, Tudjman dejó claro que no estaba dispuesto a aceptar la entrega de los generales que intervinieron en la lucha por la Krajina: "Los generales croatas no irán a La Haya. Ellos liberaron Croacia de la agresión que causó 20.000 muertos y 50.000 heridos. Cualquier guerra es un gran mal". Con el argumento de "son cosas de la guerra", Tudjman se negaba a entregar a sus oficiales. Los perfiles biográficos difundidos por las agencias coinciden en señalar el autoritarismo del personaje.
Hasta mañana, los restos de Tudjman quedarán expuestos en la sede de la presidencia de Croacia, en una colina de Zagreb. Después se celebrará el funeral y, tras su traslado en procesión por el centro de la capital, lo enterrarrán en un lugar de honor en el exclusivo cementerio de Mirogoj, en Zagreb.
