La Generalitat critica la mesa de contratación de inmigrantes

El consejero de Trabajo, Lluís Franco, criticó ayer la falta de consenso existente en las mesas de contratación de trabajadores inmigrantes creadas en Tarragona y Lleida por el Ministerio de Trabajo y en las que no está presente la Administración catalana. Franco recordó que en materia laboral la Generalitat también tiene instrumentos para promover la contratación y que en cuestiones que afecten a problemas de paro debiera existir un consenso entre las administraciones y los sectores implicados. Franco, que aseguró que no duda de la buena fe de los impulsores de las mesas de contratación de inmigrantes, recordó que éstas no han hecho más que comenzar y ya han generado discrepancias. Franco realizó estas afirmaciones en referencia al sindicato UGT, que anunció que abandonaba estas mesas por considerarlas meros útiles de propaganda del Ministerio de Trabajo, pero también en referencia a su propio departamento, que no fue llamado a participar.

El consejero puntualizó que por tratarse de un mecanismo de reciente introducción en España, todavía se tiene que comprobar su viabilidad y que, en todo caso, debería darse prioridad en su configuración a todas las instituciones que tienen competencias en materia laboral para que éstas "coordinen esfuerzos".

Lluís Franco negó que la carencia de determinados oficios en sectores como la construcción o la metalurgia obedezca a una falta de estrategias o perspectivas sobre la evolución económica, sino a la situación laboral actual que ha llevado a que ciertas zonas de Cataluña estén rozando una situación de pleno empleo. El consejero recordó que esta situación se define cuando el paro se sitúa en torno al 5%, "lo que no quiere decir que se haya terminado con el desempleo". Según informó el consejero, desde noviembre de 1998 hasta ahora el paro ha descendido en 27.000 personas y se sitúa en el global de Cataluña en el 6,56%, "pero no hay que conformarse". Franco explicó que las dificultades en la contratación topan con problemas concretos, como el rechazo a la movilidad laboral.