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LA LEY DE EXTRANJERÍA

Votación de infarto en el último pleno de la legislatura

Miguel González

El pleno del Congreso de los Diputados que se celebrará del día 21 al 23 de este mes, el último de la legislatura, promete ser también uno de los más emocionantes. La ruidosa ruptura del PNV ha dejado al Gobierno en una situación de absoluta precariedad parlamentaria en el momento más inoportuno. Para sacar adelante las enmiendas introducidas en el Senado a la Ley de Extranjería no le basta al Grupo Popular con el apoyo de CiU, sino que necesita también el de Coalición Canaria (CC). Y requiere, sobre todo, que ni uno solo de los 175 diputados que suman los tres grupos se ausente del pleno. Incluido el presidente del Gobierno, José María Aznar, quien deberá esperar a que concluya la sesión para viajar a Belén, donde pasará la Navidad invitado por el líder palestino Yasir Arafat.La Ley de Extranjería tiene carácter orgánico, por lo que su aprobación exige mayoría absoluta. Pero si no se alcanza dicho listón, el resultado no será el decaimiento del proyecto, lo que en el fondo desea el Gobierno, sino la entrada en vigor del texto que aprobó el Congreso el pasado día 25 sin cambiar una sola coma. Acabar la legislatura con una derrota tan aparatosa no es la mejor tarjeta de presentación para la campaña electoral, por lo que el Gobierno intentará evitarla a toda costa.

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Descoordinación

Sin embargo, el PP no había iniciado ayer conversaciones con Coalición Canaria para asegurarse sus votos. Es más, por increíble que parezca, en La Moncloa se desconocía que dicho grupo ha presentado una enmienda en el Senado solicitando la creación de una comisión mixta entre la Administración central y la comunidad autónoma para estudiar previamente las medidas sobre inmigración que afecten al archipiélago. La descoordinación de que ha hecho gala el Ejecutivo en la tramitación de la Ley de Extranjería se mantiene hasta última hora.

El portavoz de CC, José Carlos Mauricio, ha adelantado ya que, al margen de lo que hagan sus tres compañeros -Luis Mardones es más comprensivo con las posiciones del Ministerio del Interior- él, individualmente, se opondrá a que se modifique el texto que aprobó el Congreso. "Sin los cuatro votos de CC, sin el mío particular, ya no sale la ley. Creo que no va a salir la ley del PP, sino la que pactamos todos los demás", reiteró ayer.

Para evitar sorpresas, el PP podría buscar el respaldo de los diputados de Unió Valenciana, José María Chiquillo, o del Partido Aragonés, Antonio Serrano, aunque las relaciones del PP con este último partido se han deteriorado desde las elecciones municipales. Y hacer votos para que ni los problemas crónicos de Barajas ni los presuntos sabotajes en Renfe impidan a alguno de sus parlamentarios acudir al hemiciclo.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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