La justicia francesa cita a Strauss-Kahn para notificarle su acusación
El ex ministro francés de Economía y Finanzas Dominique Strauss-Kahn recibió ayer por correo la notificación de que se le procesa en el marco del sumario de la MNEF, mutua estudiantil de la que se sospecha hubiera podido procurar falsos empleos a varios dirigentes socialistas. Las razones legales del procesamiento de Strauss-Kahn no han trascendido, pero todo indica que, en su caso, los jueces le implican por "falsificar y utilizar falsos documentos" en lo que se refiere a su actividad como abogado al servicio de la MNEF.Quienes podrían cuestionar la realidad del trabajo de Strauss-Kahn -las partes implicadas en una operación de compra-venta- no lo han hecho. Es más, han reconocido que, entre 1994 y 1996, fue él quien hizo posible, con sus contactos y gestión, la compra, por parte de la Compagnie Générale des Eux, del 30% de unas filiales de la MNEF por un montante de 20 millones de francos (50 millones de pesetas). Strauss-Kahn cobró por ello 603.000 francos, un salario que él se niega a que sea considerado como remuneración por unas prestaciones "ficticias". Pero las dudas al respecto subsisten y fueron las que le obligaron a dimitir el pasado 2 de noviembre de su cargo gubernamental.
Las razones de esas dudas se fundan en que si está probada la "falsificación" desde el momento en que uno de los funcionarios de la MNEF procesados admite haber extendido, en enero de 1996, un contrato a Strauss-Kahn con fecha de diciembre de 1994. El ex ministro, por su parte, envió también una carta con fecha falsa aceptando el encargo.
Los jueces Armand Riberolles y Françoise Néher han convocado a Strauss-Kahn para un día que no han querido hacer público para así poder comunicarle personal y discretamente de qué se le acusa.
Si la estrategia de Dominique Strauss-Kahn relativa a la MNEF parece descansar en la aceptación de una falta menor, su situación respecto al laberíntico dossier Elf, con salarios ficticios para su antigua secretaria personal en el Ministerio de Industria, es más complicada. Ese caso, que estalló cuando Strauss-Kahn ya había dimitido, sí parece que puede prolongar el alejamiento del ministro de la política activa.
