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Padres de alumnos denuncian que los institutos carecen de medios para la integración

Un grupo de padres con niños de entre 14 y 15 años que padecen retraso madurativo denunció ayer la falta de recursos en la enseñanza secundaria para cumplir con la integración. Los progenitores se niegan a enviar a sus hijos a centros educativos especiales y a que reciban atención domiciliaria, como ha propuesto la Delegación de Educación. "El nuevo sistema educativo no ha contado con los niños de integración. ¿De qué sirve que en primaria hayan estado integrados, con profesores de apoyo, logopedas y educadores si ahora se produce un corte abrupto y se pasan cinco de las seis horas sin hacer nada?", se quejó una de las madres.

Se trata de ocho adolescentes que han hecho la primaria en centros de integración. Los padres reclaman profesores de apoyo en los institutos a los que asisten porque afirman que desde que comenzó el curso han estado "abandonados". Su negativa a que vayan a un centro especial se fundamenta en informes del servicio de Salud Mental del hospital Civil y en el convencimiento de que junto a menores con una patología más profunda, involucionarán. "Les va a perjudicar porque hasta ahora han estado integrados. Yo no me voy a volver atrás", advirtió un padre. Las familias afectadas iniciarán movilizaciones a partir del viernes próximo si hasta entonces Educación no da una respuesta a su reivindicación.

José Luis Calvo, presidente de Prodeni, respaldó la demanda: "Educación pretende adaptar los niños al sistema, no el sistema a los niños y por optimizar recursos, inclumple la ley. Es un problema de dinero. Si para los docentes hubo muchos millones para aumentar los sueldos, nosotros también presionaremos para que haya más recursos para estos niños". La organización remitirá escritos a las consejerías de Educación, Asuntos Sociales, al Defensor del Pueblo y a los grupos parlamentarios para que den respuesta a la demanda de los padres.

Por otra parte, ayer los maestros de un colegio de la capital cerraron el centro en protesta por la agresión que el día anterior sufrió una docente. La profesora fue abofeteada por la tutora de una alumna que quiso escaparse de clase. En el conflicto tuvo que intervenir la policía, ya que los padres que pretendían llevar sus hijos a clase empezaron a golpear la puerta en protesta por la decisión de los maestros.

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