Un nuevo polígono cerca de Miranda
La llegada de un nuevo equipo de gobierno a la Diputación alavesa ha traído consigo nuevas ideas. De ahí que el Plan Territorial Parcial (PTP) para Álava central sufra algunas modificaciones concretas. Así, en los planes del nuevo diputado de Urbanismo, Antonio Aguilar, no cabe un pequeño polígono industrial con residencias cercanas, que estaba planteado al este de Foronda, junto al pueblo de Mendiguren. "Pensamos que tendría problemas por el peligro que conlleva estar tan cerca del aeropuerto", explica el diputado de Obras Públicas y Urbanismo, por lo que desecha ese proyecto. Al oeste del aeropuerto, el PTP dibujaba la posibilidad de ubicar un campo de golf, pero, al igual que a su predecesor, Fernández de Quincoces, al nuevo diputado tampoco le agrada. Entiende que Álava ya tiene por ahora suficientes instalaciones de este tipo (una en Zuya, otra en Legutiano y otra más, Izkiz, en la Montaña Alavesa). Según la Diputación, en los alrededores de Foronda es mejor colocar pequeñas empresas.
Saturación en Júndiz
Uno de sus principales retos consiste en preparar suelo para futuros asentamientos industriales. El nuevo gobierno apuesta por introducir una novedad en el PTP y construir un polígono no previsto anteriormente, ligado al transporte. Estaría situado en el enlace entre la A-68, la N-I y la línea de ferrocarril Madrid-Irún. El lugar pertenece al Ayuntamiento de Ribera Baja, en el término de Rivabellosa.
Más a corto plazo se levantará otro polígono, llamado Zubillabide, en Iruña de Oca con una extensión de 150 hectáreas. Hacia estos dos lugares se extenderá la actividad que ahora genera el polígono de Júndiz, en las afueras de Vitoria, a punto de saturarse. "Está al 85% de ocupación", indica Aguilar.
El PTP de Álava Central es el más avanzado de los 15 en que el Gobierno vasco ha dividido la ordenación del territorio. El pasado enero se presentó el avance, se sometió a sugerencias de las administraciones afectadas y de los partidos. El anterior gobierno foral recibió 18 alegaciones. Ahora, el departamento de Urbanismo está elaborando un documento junto al equipo redactor, dirigido por el urbanista madrileño Eduardo Leira, con algunas de esas sugerencias. Aguilar espera que el Consejo de Diputados tramite la aprobación inicial en primavera. Luego, para que sea definitiva, necesitará el visto bueno de la Comisión de Obras Públicas y Urbanismo, un organismo presidido por el consejero de Ordenación del Territorio, Patxi Ormazabal.
La Diputación se ha fijado como principal objetivo llegar a un acuerdo con los ayuntamientos afectados y el Gobierno antes de primavera.
