Francia humilla a los All Blacks

Francia asombró ayer incluso a su propio país. Cuando parecía tenerlo todo perdido, remontó un 24-10 ante Nueva Zelanda y acabó infligiendo a los All Blacks, los grandes favoritos, una de las mayores humillaciones de su historia, 43-31. Se confirmó la mala defensa neozelandesa, ya evidenciada en la segunda parte ante Escocia en cuartos de final, pero el mérito francés no sólo estuvo en aprovecharlo, sino en tener el coraje y la moral necesarias para dar la vuelta al partido ante un gigante al que sólo le había ganado una vez hace 20 años y ante el que perdió el pasado mes de junio ¡por 54-7! la mayor derrota de una larga serie.Francia puso de pie al Norte y evitó la final del Sur que se esperaba ya el sábado: Australia-Nueva Zelanda. Los All Blacks deberán conformarse el jueves con tomarse la revancha triste, sólo para el tercer y cuarto puesto, de la final perdida en 1995 contra Suráfrica, el otro grande frustrado tras caer ante los Wallabies. En la final de ahora, Francia tendrá enfrente a un equipo australiano menos espectacular, pero mucho más astuto y aplicado en defensa que el neozelandés, por lo que le irá bastante peor a su juego abierto y dinámico.

Asombro tras asombro

Ni el más chauvinista hubiera apostado demasiado frente a los que parecían imbatibles All Blacks. Y menos habría dado aún tras un primer tiempo en el que los franceses, pese a jugar muy dignamente, perdían sin remisión por 17-10. No era una diferencia insalvable, pero por si quedaba alguna duda, el impresionante Jonah Lomu (1,96 metros, 118 kilos) consiguió su segundo ensayo cinco minutos después del descanso. Esta vez se había ido sólo con cambios de pie, evitando los placajes, pero dio incluso la sensación de que los franceses, impotentes, ya no hacían esfuerzos para pararle. No había sido como en el ensayo anterior (minuto 24), el que había contestado al primero francés y que había puesto por delante a su equipo (14-10). La escapada de Dominici, con unos cambios de pie excepcionales, fue todo un aviso (6-10). Pero Lomu respondió en sólo cuatro minutos. Recibió de Cullen, se deshizo de un rival, esquivó a otro, tres más salieron despedidos al tratar de pararle y dos más ya no pudieron evitar el ensayo (24-10). Asombroso otra vez.Por ello, el asombro de cómo levantó el partido Francia fue aún mayor. Primero jugó con desparpajo, como el que ya no tiene más que perder después del 24-10. Percutió y ganó metros en delantera, y así su apertura Lamaison (que sumó 28 puntos, incluído el primer ensayo), pasó dos drop (botepronto) y dos golpes de castigo al jugarse continuamente en campo de los All Blacks (24-22). Fueron puntos reales y psicológicos. Francia defendió también muy bien sin dejar ya aperturas a Lomu por la izquierda y salvó dos por la derecha. Los tres ensayos cayeron como fruta madura, en parte también con rebotes favorables y con fallos rivales (Dominici, rapidísimo, que ya había sido clave en el primero, 24-29; Dourthe, 24-36, y Bernat-Salles, tras una intercepción ¡a cinco metros de su propia línea de ensayo! 24-43). El último ensayo de Wilson ya llegó muy tarde, 31-43. La humillación estaba servida.