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NECROLÓGICAS

Juan Antonio Delgado, empresario

Juan Antonio Delgado Garriga, ex consejero delegado de la química Cros y ex presidente del Círculo de Economía, falleció el pasado sábado en Palma de Mallorca a consecuencia de un ataque cardiaco. Delgado ha sido uno de los empresarios catalanes más destacados de las últimas décadas. De 64 años, presidía en la actualidad el banco Privat Bank y era consejero de las empresas Endesa y Siemens y presidente de Centro Asegurador. Ingresó en la empresa química Cros a mediados de los años cincuenta. Delgado tenía una relación familiar con Cros, ya que era nieto de Julio Galve, el primer gerente que tuvo la empresa, entre 1904 y 1938. Abogado de profesión, Delgado se incorporó a la asesoría jurídica de la empresa. Años después fue nombrado gerente a propuesta del consejo de administración que presidía Jose María Bultó, posteriormente muerto en un atentado terrorista. Ascendió a consejero delegado en 1976, durante la presidencia de Francisco Godía y la vicepresidencia de Emilio Botín, el padre del actual presidente del BSCH. A Delgado le tocó entonces lidiar la dura crisis industrial de los años setenta. En esos años supo hacer una reconversión del grupo con un espíritu de pacto con los sindicatos.

Su salida paulatina de Cros y de la primera línea ejecutiva del sector industrial se produjo tras la entrada en Cros del grupo Torras-KIO, que unió Cros con Explosivos Riotinto. Era a finales de 1987, tras una larga y dura batalla empresarial que enfrentó durante meses al entonces presidente de Explosivos, José María Escondrillas, con Javier de la Rosa, entonces una estrella ascendente en el panorama empresarial español gracias al soporte del poderoso grupo kuwaití.

Juan Antonio Delgado desarrolló una vasta actividad social. Fue presidente del Círculo de Economía en los primeros años ochenta, y en la actualidad era presidente del patronato de la escuela de negocios Esade. Asumió la presidencia del Círculo justo cuando se constituía el primer Gobierno socialista. Hombre pragmático y posibilista, se dio cuenta de que las medidas que preparaba el entonces ministro Miguel Boyer podían beneficiar a las empresas con decretos relativos a la actualización de amortizaciones y la devaluación de la peseta en un momento de atonía del mercado interior. Delgado dijo entonces una frase que causó impacto: "El empresariado no ve a los socialistas como a sus enemigos, aunque difiera de ellos".-

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