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El Gobierno francés, dispuesto a intervenir en la guerra bancaria

El Gobierno de París apenas oculta ya su disposición a intervenir en el conflicto interno de la banca privada francesa apoyando resueltamente el proyecto de fusión a tres promovido por la BNP. Ayer, lejos de desmentir las informaciones que dan cuenta de esa actitud, portavoces de Matignon (sede del primer ministro) indicaron que el jefe de Gobierno, Lionel Jospin, y el resto del Ejecutivo "no pueden desinteresarse del sistema bancario francés y de su evolución".En línea con la posición adoptada por el conjunto de la izquierda, partidaria de la intervención gubernamental, los portavoces del primer ministro resaltaron justamente la importancia de que el conflicto sea regulado por las autoridades bancarias en sintonía con la posición gubernamental.

La tesis de que sólo la creación del megabanco francés preservaría a la Société Générale (SG) de las apetencias de la banca extranjera constituye ahora el núcleo argumental de la "solución nacional" por la que ha abogado a lo largo de la crisis el ministro de Economía, Dominique Strauss-Kahn.

En contraste con este planteamiento, el Consejo de Administración de SG reunido ayer redobló su apoyo a su presidente, Daniel Bouton, y reiteró su rechazo a la fusión con la BNP-Paribas por considerar que tal proyecto es "imposible" de llevar a la práctica. Daniel Bouton calificó de "miserable" el porcentaje de derecho de voto, el 31,5%, obtenido por la OPA de la BNP, mientras esta última reclamaba a las autoridades bancarias que le reconozcan una participación del 39% en el capital de SG y el poder de control efectivo sobre esa sociedad.

Dificultades

La reacción de la SG ilustra las dificultades que el gobernador del Banco de Francia y presidente de la CECEI, Jean-Claude Trichet, van a encontrar en su intento de forzar a la BNP y a SG a buscar una solución negociada. El veredicto de la CECEI ha sido pospuesto a la semana que viene para dar tiempo a las partes a llegar a un consenso.Sin alinearse formalmente con la tesis del "peligro extranjero", que el presidente de SG, Daniel Bouton, considera "un simple mito", el patrón de BNP y hombre fuerte de la situación, Michel Pérebeau, insiste estos días en la idea de que su proyecto asegura la permanencia en Francia de los centros de decisión y garantiza, en esa medida, que los nuevos empleos seguirán siendo creados en este país.

"En la hora de la mundialización, lo prioritario es reagruparse sobre el plano nacional", dice, en abierta concordancia con las posiciones del Ministerio de Economía. El efecto de este discurso y las eventuales presiones del Ejecutivo pueden conseguir que, volatilizado el proyecto de fusión amistosa SG-Paribas, una parte del accionariado francés de la SG se decante ahora a favor de la unión a tres, la denominada SBP (Société Générale, BNP, Paribas).

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