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Reportaje:

Aprender exponiendo

Ferran Bono

"Es la primera vez que expongo con Duchamp", comentó con ironía la artista y profesora de la facultad de Bellas Artes de Valencia Mau Monleón. "Sí, y también que él expone con nosotros", añadió su compañero Gerardo Singler en el mismo tono. Son dos de los profesores y artistas que participan en un singular proyecto que recibe el nombre de Upper West Side: billete de ida y vuelta a Nueva York. Se trata de una exposición que reúne una selección de los fondos de arte contemporáneo de la Universidad Politécnica de Valencia. Ayer fue inaugurada en la sala de exposiciones de la institución académica. La singularidad radica en su origen y en el criterio elegido para desarrollar un proyecto que es la "culminación de un proceso formativo" de un curso de posgrado en Museología, en palabras del director del mismo, el profesor de Historia del Arte Pablo Ramírez. La práctica de comisariado, con escasa implantación en los estudios académicos de España, consistía exactamente en confeccionar una exposición con criterios profesionales, pero atendiendo siempre al carácter educativo. Los 24 alumnos del curso presentaron diversos anteproyectos y finalmente se optó por la idea de crear una muestra a partir de los fondos de arte contemporáneo, en concreto, las carpetas de relevantes artistas que se relacionaron con el estudio de William Copley, ubicado en la parte alta de la zona oeste de Nueva York. Copley ofreció a finales de los años sesenta a un grupo de amigos y artistas un proyecto libre de experimentación artística (un buffet delicatessen, se le denominó), inspirándose en el espíritu de trabajo de Marcel Duchamp y de Fluxus e intentando unir arte y vida, nuevas tendencias con vanguardias históricas. En 1968 esta idea se editó en forma de carpetas que fueron enviadas por correspondencia a los suscriptores, logrando romper los canales habituales de comercialización y especulación del arte. Partiendo de este material adquirido por la Politécnica en 1978, los alumnos han seleccionado también las obras de artistas valencianos de los fondos de la Politécnica, conectados con las tesis de Copley. Así, junto a las carpetas con cartas y trabajos en papel de Christo, Duchamp, Lichtenstein, Nauman o Man Ray, se exhiben trabajos de Ángeles Marco, Joan Llavería, Javier Claramunt y los citado Monleón y Singler, entre otros. La invitación a la inauguración ilustra perfectamente esa atrevida idea al mezclar los nombres de unos y otros. Lo más difícil del proyecto ha sido dar con la idea del proyecto y dotarlo de coherencia y base científica asentada, dice una alumna del curso por el que han pasado 42 profesores, y en el que se han impartido clases de cómo documentarse para organizar una exposición o cúal es la forma de venderla a los medios de comunicación. El curso tendrá el próximo año categoría de máster en Museología y debido a la gran demanda que se está produciendo, Ramírez señala la posibilidad de realizar una selección entre los estudiantes que pretendan matricularse. De hecho, el interés por el arte contemporáneo en Valencia es creciente, como demuestra el que la Universidad de Valencia y la Politécnica posean sendas colecciones. En ese interés mucho tiene que ver la consolidación del IVAM, añadió Ramírez.

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Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

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