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El crédito que muchos quisieran

La atribulada historia de Aciesa incluye un crédito muy especial que la empresa dio al empresario Carles Vilarrubí. La historia de este crédito empezó a finales de 1991, cuando Vilarrubí pidió a su abogado Juan José Folchi, hombre de confianza de De la Rosa, un crédito de 30 millones para comprar una segunda residencia. Éste le recomendó que acudiera a Aciesa, que le concedió el crédito. El préstamo se concertó a devolver de una sola vez en diciembre de 1996, con cinco millones de pesetas de intereses, y aún está pendiente de pago.

Fuentes próximas a Vilarrubí explican que no se ha podido devolver porque en la sede de Aciesa no se han atendido sus requerimientos. Vilarrubí recurrió al notario Miquel Tarragona, en enero de 1997, para que diera fe de su intento de hacer efectivo el pago.

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Las condiciones en las que Aciesa concedió el crédito a Vilarrubí fueron muy favorables. De hecho, la operación implica, por un lado, que el crédito tuvo cinco años de carencia para devolver el capital y pagar intereses y, por otro, que se concertó a un tipo de interés del 3,131%. Este interés era excepcional para la época, ya que los tipos hipotecarios se pagaban al 14%.

Vilarrubí, hombre de confianza de Jordi Pujol desde hace 20 años, trabajó nueve meses en 1992 para De la Rosa como responsable de Tibigardens. Esta sociedad era la encargada de construir el parque recreativo de Salou (hoy Port Aventura).

Vilarrubí rompió con De la Rosa al negarse a firmar talones para desviar fondos hacia otras empresas en base a un aval concedido por la Generalitat para impulsar el parque recreativo.

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