El Rey alaba la gestión de la Fundación Dalí y su lucha contra el fraude

El rey Juan Carlos I alabó los excelentes resultados económicos y "la incansable lucha contra el fraude" que lleva a cabo la Fundación Gala-Salvador Dalí, durante una reunión del patronato que rige la entidad celebrada ayer con motivo de los actos conmemorativos del 25º aniversario de la inauguración del Teatro Museo Dalí de Figueres. Los Reyes, que compartían recíproca admiración y amistad con el pintor ampurdanés, ocupan la presidencia de honor de la fundación cumpliendo la expresa voluntad del artista.

La Reina no pudo asistir al acto a causa de un resfriado incubado en su reciente viaje a Costa de Marfil, según fuentes de la Zarzuela. El consistorio figuerense aprovechó la presencia del Rey para concederle la medalla de oro de la ciudad. Juan Carlos I llegó al museo de Figueres acompañado de la infanta Cristina, patrona vitalicia de la fundación desde 1998, y de una nutrida representación institucional en la que se encontraban el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, y el ministro portavoz del Gobierno, Josep Piqué. La reunión se celebró después de saludar, en la sala de la cúpula geodésica en la que está enterrado el pintor, a los patronos de la entidad, la mitad de los cuales representan a las instituciones públicas y el resto tienen carácter privado y vitalicio.

El Rey les emplazó a continuar siendo "ejemplo de gestión en el mundo cultural español" y destacó su buen hacer en la adquisición de nuevas obras, la edición de textos dalinianos, la organización de exposiciones en España y el extranjero, y la apertura y gestión de las casas museo de Púbol y Portlligat.

Precisamente, en los jardines de esta última vivienda, en el término municipal de Cadaqués, tuvo lugar el almuerzo con que la fundación obsequió después al Monarca. Con relación al contencioso judicial que la entidad mantiene por los derechos de la obra daliniana, don Juan Carlos aseguró que "la fundación es la única gestora tanto del patrimonio como de los derechos de propiedad intelectual e industrial del maestro Dalí en todo el mundo" y agradeció a la entidad los esfuerzos realizados en el ámbito internacional "en defensa del buen nombre de Salvador Dalí en nombre del Estado español, heredero, por expresa voluntad del artista, de todos sus derechos".

Don Juan Carlos acudió después al Ayuntamiento, donde el alcalde, Joan Armangué, le hizo entrega de la medalla de oro de la ciudad, su más alta distinción ciudadana, que hasta ahora sólo habían recibido Francisco Franco y Salvador Dalí. El presidente de la Generalitat dedicó a Dalí una retahíla de calificativos que, aseguró, también valen para la ciudad en la que nació: "Innovador, atrevido, subversivo, revolucionario e incluso iconoclasta". Y añadió que el genio ampurdanés era "más equilibrado de lo que podía parecer". El Rey agradeció la distinción y definió Figueres como una ciudad que ha sabido rentabilizar su situación geográfica privilegiada con su carácter abierto y hospitalario. Las alocuciones fueron seguidas en la plaza del Ayuntamiento por medio millar de personas que silenciaban con aplausos a un grupo de unos 30 manifestantes que protestaban por la visita real blandiendo una bandera republicana y una pancarta que rezaba: "Ni tenim ni volem rei" (ni tenemos ni queremos rey).

La inauguración de la exposición temporal El somni de Venus, prevista para el próximo invierno, será el acto central de conmemoración del 25º aniversario del museo.

El montaje, que incluirá pinturas, dibujos, vídeos, carteles y documentos, nace del diseño que Salvador Dalí realizó para el pabellón de la Feria Mundial de Nueva York de 1939.