La Junta reduce en un 80% el pago por alquileres de sedes administrativas
La consejera de Economía y Hacienda, Magdalena Álvarez, anunció ayer la reducción en un 80% del coste de los alquileres que paga la Junta de Andalucía por los inmuebles que ocupan las oficinas administrativas del gobierno andaluz, tras la puesta en marcha del Plan de Sedes Centrales en 1995. El recorte en el gasto que ha pasado de 753 millones de pesetas anuales a 144 desde la puesta en marcha del proyecto, fue resaltado por la consejera en la inauguración de la Casa Sundheim que albergará la Consejería de Medio Ambiente. Magdalena Álvarez subrayó que con la apertura de estas oficinas la Junta tiene en propiedad el 95% de sus edificios administrativos, frente al 67% que poseía en el inicio de esta legislatura, sobre todo a raíz de la inauguración de Torretriana, donde se han instalado varias consejerías, y del Palacio de Altamira, sede de la Consejería de Cultura. La consejera comentó la necesidad de que varios edificios estén en régimen de alquiler por las necesidades de flexibilidad de plantilla y servicios. Las nueva sede de Medio Ambiente cuenta con dos edificios: la original hacienda familiar de los Sundheim, construida en 1915 por el arquitecto Francisco Hernández Rubio, que ha sido rehabilitada, y un edificio anexo de nueva planta, que es el que realmente acoge el volumen para uso administrativo. Entre ambos ocupan una extensión de casi 12.000 metros cuadrados donde trabajarán alrededor de 350 personas. El presupuesto total de la obra es de 2.377 millones de pesetas. La Casa Rosa, edificio donde hasta el momento estaba ubicada la Consejería de Medio Ambiente, será rehabilitada y pasará a otra consejería aunque no se especificó ninguna. Casa Sundheim La Casa Sundheim, que pasó a formar parte del patrimonio del Gobierno andaluz en 1988, fue residencia del presidente de la Junta, Manuel Chaves, lo que provocó una riada de críticas por parte del PP y de IU, que fue interpretada por los socialistas como un elemento de la escenificación de la supuesta pinza. Tanto la obra de rehabilitación de la Casa Sundheim como la construcción del nuevo edificio han sido diseñadas por el arquitecto onubense Fermín Redondo, que comentó que se ha respetado la zona ajardinada original y la arboleda, que supone el 65% de la superficie. Redondo destacó la utilización del ladrillo como material dominante en la fachada de la nueva edificación para compatibilizar ambas construcciones, y describió la remodelación del la hacienda original como "poco intervencionista". El arquitecto comentó que el nuevo edificio, ubicado donde antes había una pista de tenis, estaba dividido en dos partes a partir de la zona central de acceso: el área norte, dedicada a oficinas y la zona sur, caracterizada por un patio circular con bóveda esférica. También remarcó que se habían utilizado 6.000 metros cuadrados de mármol
