Un arrebato de indignación
Una profesora del instituto madrileño Beatriz Galindo se percató el martes del fallo en el examen de economía 15 minutos antes de que finalizara la prueba, cuando una alumna que ya había entregado el ejercicio le mostró las preguntas del examen. De inmediato, la mujer irrumpió por su cuenta y riesgo en las diferentes aulas del campus de Cantoblanco (Universidad Autónoma) para alertar del gazapo. "El mío fue un arranque de indignación. No hay derecho a que se cuelen errores de esta naturaleza en unos exámenes en los que una sola décima arriba o abajo puede ser determinante para el futuro de cualquier alumno", explicó esta profesora. A su juicio, resulta "de todo punto incomprensible" que nadie revisara los números del ejercicio, "a pesar de que el examen, nos consta, se elaboró en mayo". Fuentes universitarias adujeron que estos "deslices mecanográficos" tienen mala solución y que no son exclusivos de los tribunales madrileños. "En COU se redujo de diez a ocho el número de exámenes, entre los que luego se sortean los que caen en junio y septiembre, pero ni con ésas nos hemos librado de los gazapos", anotaron.
