La política municipal pasa a segundo plano
Los últimos cuatro años de poder municipal del PP en Madrid han coincidido con los primeros cuatro años de gobierno popular en la Comunidad. La política municipal ha perdido peso. Ejemplo: José María Álvarez del Manzano litiga ahora en los tribunales para recuperar el poder sobre la Casa de Campo que le ha quitado la Comunidad.
No es la única cuestión en la que el Gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón ha robado la cartera a los municipalistas.
Los vecinos de distintos barrios han dejado de reclamar mejoras al alcalde de Madrid, como procede, y han girado la vista hacia la Puerta del Sol, para que la Comunidad les resuelva sus problemas.
En Villaverde, un barrio-polvorín cargado de problemas sociales, irrumpió Ruiz-Gallardón hace tres años con la cartera llena de millones para diseñar un plan de revitalización económica, educativa y social del distrito. Y otros barrios aprendieron la lección y reclamaron en el mismo sitio.
El Gobierno municipal ha pasado a segundo plano. En la capital, los grandes problemas de los barrios los resuelve la Comunidad de Madrid, no el Ayuntamiento. Así piensan los vecinos y por eso han exigido a Ruiz-Gallardón el desmantelamiento de poblados marginales o más inversiones para sus parques y calles. Y el alcalde, a la sombra, pasa inadvertido.
