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Reportaje:

Y... ¿cómo se combate la movida?

La movida juvenil se ha convertido en uno de los principales problemas de los gobiernos municipales en los últimos años. El ruido, los desechos en las calles o los altercados se han puesto a la orden del día. He aquí un repaso de cómo está la situación y qué se está haciendo para paliar este fenómeno en las ocho capitales: Almería. La peregrinación de jóvenes cada fin de semana, bolsa en mano nutrida de botellas de alcohol y refrescos, hacia el lugar del botellón se repite religiosamente en Almería viernes y sábados. Entre las 23.30 y 24.00 el incesante flujo de quinceañeros y veinteañeros hacia la calle Arapiles, provistos del licor, puede contemplarse en la avenida principal: la Rambla. El parque Nicolás Salmerón y la llamada plaza de La Concha concentran durante dos horas corros juveniles que ríen, beben y, sobre todo, hablan de sus cosas. Alrededor de la 1.00 abandonan el recinto para incorporarse al circuito de pubs y bares del casco histórico. Desde Medio Ambiente se apunta la "necesidad" de crear hábitos distintos para "enganchar" a los jóvenes a otras opciones. Cádiz. El Ayuntamiento de Cádiz ha hilado un programa que le ha dado buenos resultados para minimizar la movida, concentrada en la Plaza de España, en el corazón del casco antiguo. Se trata del plan Cádiz Alternativo, en el que han participado 17.200 jóvenes. Ahora el Ayuntamiento trabaja para ofrecer otras posibilidades a los jóvenes en la temporada estival, cuando la concentración se produce en el barrio de La Laguna, una de las zonas más pobladas de Cádiz y cuyos vecinos llegaron a manifestarse contra este fenómeno. El Cádiz Alternativa ha puesto a disposición de la juventud el complejo deportivo Ciudad de Cádiz los fines de semana. En ese tiempo, los jóvenes han podido disfrutar gratuitamente de acceso a Internet y se proyectaron películas o partidos de fútbol de máximo interés. Córdoba. La movida es uno de los problemas de más difícil solución en Córdoba. Cada fin de semana los jóvenes inundan las calles de Ciudad Jardín cargados con botellas y bolsas de hielo para montar los famosos botellones. Esta costumbre, antes marginal, se ha generalizado, extendiéndose a algunas plazas del centro de la ciudad. Con la llegada del verano, la movida se traslada a la zona residencial de El Brillante, ubicada en la sierra de Córdoba. No han sido pocas las protestas de los colectivos de vecinos afectados a lo largo de los últimos cuatro años. A mediados de este mandato, por unanimidad, el pleno municipal acordó formar una comisión dedicada a estudiar y paliar los efectos de la movida. La comisión apenas si se ha reunido y, en cualquier caso, se ha revelado inútil. Granada. Los excesos y molestias derivados de la diversión nocturna en Granada han llegado al máximo en los últimos meses. Las reclamaciones airadas de los vecinos, que a veces han impedido a los servicios de limpieza retirar los desperdicios para que las autoridades conocieran los inconvenientes que sufren los fines de semana, se han convertido en habituales. Hasta hace unos años, la diversión nocturna se concentraba en la calle Pedro Antonio de Alarcón y adyacentes. Con posterioridad se ha extendido a otros lugares como el Albaicín. El Ayuntamiento se ha limitado a disuadir a los jóvenes mediante al despliegue de la Policía Local. El resultado, sin embargo, ha sido irregular, y los grupos de jóvenes han optado por buscar nuevos espacios urbanos donde beber por la noche. El Ayuntamiento llegó a sugerir que la movida se trasladara a las instalaciones universitarias, lo que fue rechazado tanto por la institución académica como por los jóvenes. Huelva. La movida es uno de los principales quebraderos de cabeza del alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez, del PP. Los vecinos de la calle Pablo Rada, principal vía del botellón, han hecho varias protestas ante lo que consideran incapacidad del alcalde para atajar el problema. Entre ellas: un botellón simbólico ante el domicilio de Rodríguez y un encierro en el interior del Ayuntamiento onubense. El equipo de gobierno ha puesto en marcha en las tres últimas semanas un programa denominado Abierto hasta el amanecer, que consiste en ofrecer alternativas deportivas y lúdicas a los jóvenes. Centenares de chicos y chicas han participado en esta iniciativa. Jaén. En el inhóspito parque Felipe Arche, cientos de jóvenes han llenado los estrechísimos y empinados escalones de acceso armados con litronas. A la entrada de Jaén por la carretera de Granada se ha creado una inesperada zona de la movida en la capital. Alejados del centro y separados prudentemente de las viviendas, las quejas que provoca la presencia de estos jóvenes se centra en la suciedad que generan. Cada mañana, sobre todo del fin de semana, las innumerables botellas vacías de vídrio marrón forman una imagen surrealista en el suelo de piedra. Que los jóvenes hayan adoptado este espacio también conlleva la quejas de hosteleros, que ven como les merma el negocio. Málaga. Todos los fines de semana, 15.000 personas invaden el centro histórico de Málaga y lo convierten en territorio de placer. La noche estrella de la movida es la del viernes, aunque últimamente la del jueves está pujante. La cara oscura de tanta diversión viene marcada por el ruido, los accidentes de tráfico y la suciedad. En lo que toca al ruido, el Ayuntamiento controla mediante inspecciones el nivel de decibelios en el interior de los locales. Los accidentes de tráfico crecen en un 30% en las noches de movida. La Policía Local tiene un dispositivo especial que se encarga de efectuar pruebas de alcoholemia y vigilar que los motoristas lleven casco. Hay policías de paisano que patrullan a pie las zonas conflictivas para impedir la venta de alcohol a menores. Y si identifican a menores bebiendo, el Ayuntamiento envía cartas a sus padres. Sevilla. La política municipal del Ayuntamiento respecto a la movida ha venido marcada por la tragedia. La muerte de un joven a navajazos por unas botellas de refresco en los Jardines Murillo provocó una psicosis general. Esta fatalidad obligó a la puesta en marcha de políticas alternativas, que hasta el momento se habían centrado en el vallado de zonas de concentración de jóvenes para desplazarlos a otro lugar. IU y PSOE ya habían propuesto en 1996 una moción para eliminar los efectos nocivos de la movida sin intervenir directamente con medidas como un servicio de transporte gratuito, urinarios públicos y contenedores en los centros de concentración juvenil... La moción fue aprobada por unanimidad, pero poco después el Ayuntamiento dio marcha atrás. IU volvió a presentar otra moción basada en un plan para ofrecer alternativas lúdicas a los jóvenes. La tragedia de los Jardines Murillo facilitó la aprobación del programa por unanimidad. Las discrepancias entre PP y PA en el Ayuntamiento han dificultado el programa y las expectativas de participación (3.000 jóvenes) se han quedado a la mitad.

Más información
Ruido en Marbella, Jerez y Algeciras

Esta información ha sido elaborada por M. J. López Díaz, A. Hernández-Rodicio, A. Fernández, A. V. García, L. E. Siles, C. del Arco, María H. Martí, R. Ponce de León, J. Benítez, C. Romaguera y Ana. L. Escudero.

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