_
_
_
_
_
ELECCIONES EN SURÁFRICA

Sharpeville, entre el recuerdo y la esperanza

Esta ciudad-satélite es uno de los símbolos de la lucha contra el 'apartheid' tras la matanza de 69 personas en 1960

En Sharpeville, los recuerdos están vivos. Nadie olvida los dramáticos sucesos del 21 de marzo de 1960, cuando la policía surafricana abrió fuego indiscriminado contra una manifestación. Murieron 69 personas, todos ellos negros. Sharpeville es uno de los símbolos de la represión del apartheid. Soweto y Stephen Biko son los otros. Hoy, 38 años después de aquella masacre, las malas memorias se mezclan con la espezanza de una vida mejor. En esta ciudad satélite, una de esas reservas de chabolas en las que los Gobiernos blancos de la segregación racial trataron de recluir a la mayoría negra, la gente espera con ansiedad su turno para votar. Mpiwakhe Khumalo es uno de ellos. Lleva horas en una cola delante de la puerta de una diminuta escuela. Ésta es su segunda elección. "Mi tío murió aquí. No hay manera de que se me pase la tristeza; pero, para mí, este voto es una forma de conducir mi país hacia el futuro".La mayoría de los muertos de 1960 en aquella cacería perdieron la vida al tratar de huir de los primeros disparos. Sus cadáveres presentaban impactos de bala en la espalda. Aquellos hechos terribles dieron un impulso definitivo a la lucha contra el dominio blanco. "Las elecciones deben traernos esperanza. La gente que murió aquí lo hizo por una causa justa que tenemos que proteger", sostiene Joseph Mpholo, un policía de 31 años que se encuentra de servicio en el colegio electoral.

Aunque son millones los surafricanos que salieron ayer a las calles para depositar su voto, no es el mismo ambiente de euforia de hace cinco años. Entonces no se trataba tanto de elegir el futuro como de enterrar el pasado tenebroso de la segregación racial.

Mickey Mouse, en Soweto

En la ciudad satélite de Soweto, otro de los símbolos de la resistencia y lucha contra el apartheid, un jovial Matthew Radebe acudió al colegio enfundado en una camiseta de Mickey Mouse. Es un golpe de humor que recuerda el comentario de Nelson Mandela de que la oposición al Congreso Nacional Africano (ANC) era tan seria como el famoso personaje de Walt Disney. "El ANC seguirá en el poder mientras haya negros en Suráfrica", asegura Radebe, de 42 años.Los convictos de la prisión Pretoria Central, con fama de ser una de las duras del país, están felices y algo excitados. Es la primera vez que tienen derecho al voto. "Espero que podamos lograr una amnistía general cuando el nuevo presidente tome posesión", asegura Alpheus Mphahlele, uno de los condenados.

Lejos de sus muros, Carel Carey, de 19 años, también vota por primera vez. Pero es por la edad. Lo hace en un colegio de mayoría blanca."Me hubiera gustado venir antes, no esperaba que tanta gente acudiera a votar. Parece que no quieren que el ANC logre los dos tercios del Parlamento".

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_