Un arenero y un monosabio exponen pinturas taurinas
Son dos pintores aficionados a la fiesta taurina. Y para llevar a sus lienzos la verdad de la misma decidieron un día vivir muy de cerca el resuello del toro. César Palacios se enroló de arenero en la plaza de Las Ventas, y por allí anda, manejando el rastrillo como maneja el pincel. Fermín Vázquez optó por vestir la roja blusa del monosabio, y con ella puede vérsele en las tardes de corrida.Ahora se han unido, mano a mano, para exponer sus cuadros en el hotel Victoria (plaza de Santa Ana). Allí están los toros de César Palacios y los toreros de Fermín Vázquez. Toros en el campo, en la nieve. Plasmados en el lienzo con técnica impresionista. Toreros con su mirada seria de elegidos.
Los toros de César Palacios, unas veces miran al tren, que pasa humeante y lejano, y otras, a la luna. Este pintor arenero o arenero pintor ha visto sus toros con un leve velo de ensueño. Y hay un toro que bebe en el arroyo. Y otro que se ha perdido entre las brumas del amanecer.
Los toreros de Fermín Vázquez unas veces son Antoñete o Gregorio Sánchez, en su serena madurez. Otras son unos picadores, a los que este pintor monosabio o monosabio pintor conoce muy bien. Y los ha reflejado con la misma impavidez que a los matadores.
