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Pujol considera "injustificables" los ataques a su proyecto nacionalista

El nacionalismo volvió a ser ayer el escenario de la batalla de dos aliados parlamentarios: el PP y CiU. El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, consideró injustificable el rechazo del Gobierno central, del PP y del PSOE a su pretensión de equiparar Cataluña a un Estado. Los presidentes autonómicos populares y socialistas hicieron causa común en su crítica a su homólogo catalán marchando tras la bandera de la Constitución. Para el extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra, toda esta guerra "acabará traduciéndose en dividendos".

El presidente Pujol dedicó buena parte de la jornada de ayer a subrayar las virtudes de su proyecto de dar a Cataluña trato de Estado. El texto que él defiende viene a ser la culminación preelectoral de la trayectoria nacionalista que sigue Convergència desde 1996, que es observable a través de documentos como la Declaración de Barcelona -suscrita por BNG, PNV y CiU- o el propio discurso de política general que Pujol pronunció en la Cámara catalana el año pasado. El revuelo que ha provocado esta voluntad de Pujol de dar a la Generalitat rango de Estado ha sido amplificado por la proximidad de la contienda electoral del 13-J.Todos estos elementos han permitido que el líder de CiU afirmase ayer que no es un documento coyuntural el aprobado por su Gobierno. Pujol se preguntó: "¿De qué hay que hablar en campaña electoral sino de los grandes temas que condicionan el futuro de Cataluña? Nada ennoblecerá tanto la campaña electoral como estos temas, que no son coyunturales, sino que marcarán la política catalana y, en parte, la política española de los próximos cuatro años".

"No hacemos un discursito o una declaración más o menos llamativa, sino un trabajo jurídico en profundidad. Hemos actuado seriamente y puedo garantizar que no improvisamos", afirmó el presidente de la Generalitat. "Ni la propuesta de pacto fiscal ni la mejora de la autonomía son electoralistas. Planteamos los nuevos objetivos de fondo a medio plazo", añadió.

Pujol no sólo considera "injustificables" las críticas recibidas, sino que también las relativiza, sobre todo la del Gobierno central. En esta línea, recordó el cambio percibido en el PP en relación con la propuesta nacionalista de pacto fiscal, después de que el presidente de la Generalitat valenciana, Eduardo Zaplana, haya presentado un modelo de financiación autonómica similar al defendido por CiU.

Al preguntársele si la propuesta puede rozar la inconstitucionalidad, el presidente catalán manifestó: "Es una propuesta constitucional. Ha sido planteada por el Gobierno de la Generalitat, pero basándose en el estudio realizado por el Instituto de Estudios Autonómicos. No es una propuesta indocumentada ni voluntarista. Cuando la lean quienes la critican verán que la reacción negativa no está justificada".

Sobre el polémico informe de la Generalitat , el presidente castellano-leonés, Juan José Lucas, del Partido Popular, opinó que "todo lo que sea romper el marco constitucional, siquiera con una segunda, tercera o cuarta lectura, no va a contar con Castilla y León", y precisó que desde su comunidad se apuesta "por más autogobierno, más fortaleza del Estado autonómico y al tiempo más respeto por el Estado constitucional".

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El responsable de política autonómica del PP y portavoz del Grupo Popular del Senado, Esteban González Pons, aseguró que su partido no comparte la propuesta del presidente catalán porque supone, a su juicio, "obligar a reformar el Estatuto de Autonomía y quizá la Constitución". Desde las filas socialistas, el presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, subrayó que la pretensión de Jordi Pujol es un "pasito más, pero al final volverá a su sitio a cambio de alguna compensación económica". "Todo se traducirá en dividendos, que es el lenguaje que emplea" el presidente catalán y líder de CiU, enfatizó Rodríguez Ibarra, informa Efe.

Cuestión de protocolo

"Si todo el problema es que el señor Pujol preceda en el protocolo al presidente del Gobierno y con eso se contenta, si yo fuese Aznar se lo concedería", señaló Rodríguez Ibarra. El presidente andaluz, el también socialista Manuel Chaves, recordó que los hechos diferenciales no se pueden emplear para que unas comunidades autónomas obtengan privilegios sobre otras, y dijo de la propuesta de la Generalitat que se trata de un modelo "que no encaja dentro de la Constitución ni del Estatuto de Autonomía".En defensa de Jordi Pujol acudió Pere Esteve, el secretario general de su partido (CDC), quien calificó de simplistas y superficiales las críticas del PP y el PSOE, y afirmó que "demuestran la falta de iniciativa de los dos primeros partidos estatales". Los socios de Convergència Democràtica de Catalunya, los democristianos de Unió Democràtica, se mantuvieron en un discreto segundo plano en esta guerra de declaraciones. Aunque el documento es del Gobierno de CiU, Unió siempre adopta tonos nacionalistas más moderados que sus socios de coalición a la hora de manifestarse.

Aznar, también presidente en Cataluña

El PP catalán considera que el documento de mejora del autogobierno de la Generalitat es una "huida hacia adelante" y le recordó a Jordi Pujol que Cataluña "también es España" y que José María Aznar, como jefe del Gobierno, "también es presidente de Cataluña". El máximo responsable del PP catalán, Alberto Fernández Díaz, afirmó ayer que el informe es "surrealista" y que, "a pesar de que se asegure lo contrario, se aleja de la Constitución". Según Fernández Díaz, tras veinte años de autogobierno, el Ejecutivo de Jordi Pujol sólo puede recurrir a la radicalidad y a la "huida hacia adelante" para no tener que admitir que "ha llegado el momento de gobernar instalados en la normalidad y no en la reivindicación y en la insatisfacción constantes".

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