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Atasco de candidatos en el Día sin Coches

Los políticos madrileños, en medio del colapso, se movieron en transporte público y bicicleta en la jornada de homenaje al peatón

Algo falla aquí. Con esta frase, Juan Segovia, automovilista que admite tener conciencia ecológica, resumió el frustrado desenlace en Madrid del Día sin Coches, convocado ayer por distintas organizaciones ciudadanas y partidos políticos; también se adhirió el Ayuntamiento. Se trataba de rendir homenaje al peatón madrileño, principal víctima de la ocupación incesante de las calles de la ciudad por los automóviles. El propósito consistía en resaltar el disfrute de la ciudad como territorio de todos, goce que el paseo a pie o en bicicleta, o el empleo del transporte público, permite en mayor medida conseguir a cada ciudadano toda vez que las calzadas madrileñas queden despobladas de vehículos en marcha, siquiera un único día. Pero no hubo tal.

Una serie de fallos rubricó el día con otro signo y lo convirtió, paradójicamente, en todo lo contrario de lo que los convocantes de la jornada perseguían: sólo tres de cada cien automovilistas habituales dejó su coche en casa.

Fallar, lo que se dice fallar, falló en primer lugar la atmósfera. Cortinas de lluvia se dejaron caer intermitentemente sobre la ciudad, velando la primavera, que sólo brotó victoriosa por la tarde. Quizá por ello, la jornada del jueves, que suele ser la menos concurrida de automóviles de toda la semana, según dicen en la sala de control del tráfico del Ayuntamiento, sufrió una afluencia de vehículos hacia las calles similar a la de las más endiabladas horas punta.

Pero también falló la comunicación entre las instituciones organizadoras del evento y la ciudadanía. Pareció como si de la convocatoria únicamente se hubieran enterado los propios convocantes. "He hecho una miniencuesta de urgencia entre mis allegados", comentaba el arquitecto Ricardo Aroca, presidente del Club de Debates Urbanos, "y nadie sabía nada de nada. El hecho de que el Ayuntamiento se adhiriera al Día sin Coches ha sido la causa de su fracaso". E ironizó: "Creo que el consistorio ha conseguido boicotearlo de facto", informa Fernando Neira.

Empero, los políticos sí tomaron buena nota de la fecha, por la cuenta que les trae en pleno preludio electoral. Así, José María Álvarez del Manzano, alcalde de Madrid, se olvidó del coche oficial y subió al autobús 133 de la EMT para desplazarse desde su casa, situada cerca de Mirasierra, hasta la plaza del Callao. Desde allí, a pie, bajó hasta la Casa de la Villa. Al poco, viajó hasta el distrito de Latina provisto de su metrobús, a inaugurar la calle de Granja de Torrehermosa.

En metro y bicicleta

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El candidato socialista a la alcaldía, Fernando Morán, hizo lo propio; pero, en su caso, subió a la línea 10 del metro en la estación de la plaza de Gregorio Marañón, desde la que en un cuarto de hora se plantó en Fuencarral para realizar una visita al distrito municipal. "No tengo metrobús, porque soy un poco despistado y suelo perderlo", confesó Morán hace unos días. Inés Sabanés, candidata de Izquierda Unida a la alcaldía, dio a su jornada un toque especial. En la plaza de Tirso de Molina montó en una bicicleta para dar la salida a un pequeño grupo que desde allí inició un recorrido urbano por calles del centro, que luego ella continuó a pie.

"Es importante saber lo que significa ser peatón", dijo Sabanés. "Sirve para visualizar cómo se vive la vida de la ciudad, pero todo el trabajo realizado no ha sido respaldado por el Ayuntamiento". Eduardo Casais, de la organización ciclista Pedalibre, lamenta "los apenas cinco o seis kilómetros de carril-bici con los que la ciudad cuenta. Es casi imposible circular en bici por Madrid", dice. "Y ello, pese a que el parque ciclista madrileño tiene tantas bicicletas como habitantes, que apenas pueden emplearlas". Para el portavoz de Ecologistas en Acción, Paco Segura, el escaso eco de la convocatoria, "es culpa del Ayuntamiento y del Ministerio de Medio Ambiente, que no han hecho nada por el éxito de la jornada. Juan García, de la organización ecologista, explica: "Hicimos el miércoles un recorrido a pie desde Banco de España hasta el edificio de Correos, ambos situados en Cibeles a 150 metros en línea recta. Para cubrir este trayecto a pie a través de pasos peatonales, un peatón ha de recorrer hasta un kilómetro y medio, habida cuenta de los obstáculos a su paso".

Manuel Cobo, portavoz del PP en la Asamblea de Madrid, resumió con sorna la jornada: "Yo he ido en moto, pero la gente ha debido creer que se trataba de un "Día sin Dejar el Coche"".

Con estos mimbres, bañados además por la lluvia, no fue posible ahuecar ayer de automóviles el cesto urbano madrileño.

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